Prólogo

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La luz de sol iluminaba una habitación extremadamente grande con un techo alto y paredes y techo trabajados con calados. En esa habitación hay  un sinfín de libros con algunas escaleras y escalones que llevan a las personas a los estantes de libros más altos. Hay dos ventanas largas con largas cortinas verdes. Los dos estantes más cercanos a la entrada principal tenían al menos dos pisos de altura, mientras que el estante en la parte trasera tenía tres pisos de altura. 

De pronto las enormes puertas de color crema se abren y entra corriendo dos niños, una niña de siete años de cabello castaño y ojos cafés y un niño de cuatro años de cabello negro y ojos verdes.

 -¡Llego! ¡El nuevo libro por fin llego!- grito la niña, corriendo hacia una mesa.

Ambos se suben a una silla para poder verlo mas de cerca. En la mesa habia un libro dorado con letras de color azul como el hielo y sobre ella la imagen de una hermosa rosa.

-L-La Bella y la Bestia- leyó la niña la portada.

-¿Que es bestia?- pregunto un niño con curiosidad

-Se trata de un monstruo Adam.

-No se trata de un monstruo niños- se escucho la voz de una mujer, al mismo tiempo que se escuchan unos pasos caminando hacia ellos.

-Pero así llaman a los monstruos, mamá- dijo la niña.

-Si, pero en esta historia la Bestia no es un monstruo, es una alma perdida que busca amor.

-¿Y como se pedio?- pregunto Adam

-Porque no conoció la bondad, la fe y sobre todo el amor- dijo antes de tomar el libro- ¿Quieren que se los lea?

Los niños asienten emocionados, con cuidado bajan de la silla y corren hacia el sillón para sentarse y escuchar la historia. Mientras que su madre camina hacia ellos.

-¿Le leerás ese cuento a los niños?- se escucho la voz de un hombre, quien estaba recargado en el marco de la puerta.

La mujer suelta una pequeña risa antes de voltear a ver a su esposo.

-Los niños aprenderán algo bueno de esta historia ¿No crees?

-Espero que no vivan con miedo después de escucharla.

-No lo harán, querido, recuerda, nosotros aprendimos mucho- sonriendo

El hombre sonríe y se aleja mientras que su esposa se sienta en medio de sus hijos.

-¿Nos asustara esta historia?- pregunto su hija nerviosa.

-No Anna, les dará una lección, sobre todo de que hay que ser valientes y bondadosos- respondió su madre.

-¿Valietes y bodadosos?- pregunto Adam.

-Valientes y bondadosos- repitió con una sonrisa antes de abrir el libro

Lo abre y antes de comenzar la historia una catarina se detiene en una pagina, los niños ríen al verla.

-Oh, tenemos una invitada- dijo la mujer con una sonrisa

-También quiere escuchar la historia mamá- dijo Anna con una sonrisa.

-Pidamos un deseo, pero en silencio sino no se hará realidad- lentamente puso su dedo cerca de la catarina, esta se sube a ella mientras que los niños tenían los ojos cerrados- ¿Ya pidieron su deseo?- acercando su dedo con la catarina a pocos centímetros cerca de su cara

-¡Si!- dijeron al mismo tiempo

-Entonces una... dos- y en vez de contar tres ella sopla levemente a la catarina y esta sale volando por la biblioteca. Los niños vieron como se alejaba-. Bien, empecemos....

𝐋𝐚 𝐁𝐞𝐥𝐥𝐚 𝐲 𝐋𝐚 𝐁𝐞𝐬𝐭𝐢𝐚: 𝐂𝐞𝐥𝐢𝐧𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora