Capítulo 03

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-Bella se quedo en el Pueblo de Villeneuve mientras que Maurice y Celine fueron al mercado.

-¿Por que Bella no fue con ellos?- pregunto su hija confundida.

-Alguien tenia que quedarse a cuidar la casa, con tantas herramientas e inventos de su padre no podían dejarla sola- explico.

-¿Y llegadon al mecado?- pregunto Adam.

-Llegaron al mercado Adam, ¿Cuándo podrás pronunciar la r?- pregunto su hermana.

-Tu tampoco podías decirla cuando tenias su edad- dijo su madre un poco divertida.

-Continua el cuento mami- dijo Adam, ignorando a su hermana.

-Esa es una buena pregunta, veamos...

Maurice y Celine llevaban horas cabalgando por los senderos del bosque y todavía no habían encontrado el mercado. El tiempo pasó rápido y para empeorar las cosas cayo la noche. Por suerte, Maurice tenía una lámpara colgada del carreta para iluminar parte el camino, pero en realidad no sirvió de mucho para protegerse del frio aire.

Celine nunca había estado en el mercado antes, así que no sabía el camino, pero por la expresión del rostro de su padre sospechó que estaban perdidos.

-Papá, ¿Cuándo vamos a llegar?- preguntó Celine.

-No lo sé, Celine- suspiró Maurice-. Los bosques aqui son hermosos, si tan solo los reconociera-. vio al caballo -¿Conoces el lugar Philippe?, porque yo no.

Por supuesto, Maurice nunca iba a recibir una respuesta del caballo. Después de todo, los caballos no podían hablar.

En ese preciso momento, un rayo cayó sobre un árbol frente a ellos. Dividiéndolo en dos, la mitad colapsó sobre el camino que Maurice estaba tratando de tomar bloqueándolo.

Philippe, asustada, se levantó sobre sus patas traseras y relinchó estridentemente. Celine gritó asustada tratando de esconderse en el abrigo de Maurice.

-Tranquilo, tranquilo, Philippe- dijo Maurice con dulzura al caballo, despues de unos segundo Philippe se calma. Luego miro a Celine y pasó un brazo alrededor de su cuerpo tembloroso-. No hay nada que temer, Celine. Es sólo un pequeño rayo. Lo ves, ni siquiera nos alcanzó

Fue entonces cuando Maurice vio el segundo camino que salía a la derecha. No podía recordarlo de ninguno de sus viajes anteriores y, sin embargo, ahí está.

-Hmm - pensó Maurice, reflexionando sobre ello y decidiendo que era lo suficientemente seguro viajar hacia abajo. Sí, podemos ir por este camino. Chasqueó la lengua y golpeó con las riendas el flanco de Philippe para que se moviera a esa dirección.

-Si, vamos por alli, anda. A la derecha- Maurice maniobró alrededor del tronco caído para ir hacia donde Maurice le animó a ir-. Muy bien, tranquilo. ¡Cuidado!

-Papá- dijo Celine, aferrándose a su manga, no muy segura de este pequeño desvío.

-Está bien- aseguró Maurice-. Un camino se cierra y otro se abre. No te preocupes. Pronto disfrutarás de una comida caliente y una cama agradable y acogedora para mantenerte caliente.

Celine quería creerle, pero lo dudaba sinceramente. Lo que Celine vio a continuación sólo aumentó los nervios y la ansiedad que sentía en ese momento, ella fue la primera en notarlo. Tocando a Maurice en el hombro  señaló con el dedo delante de ellos. Maurice entonces vio lo que había asustado tanto a su pequeña hija.

𝐋𝐚 𝐁𝐞𝐥𝐥𝐚 𝐲 𝐋𝐚 𝐁𝐞𝐬𝐭𝐢𝐚: 𝐂𝐞𝐥𝐢𝐧𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora