ANGEL . . . ! ❜ El sur de Chicago no es conocido precisamente por manejar demasiado dinero. Más bien, todo lo contrario. Lo que más se mueve por el barrio, son las drogas, las peleas, las armas. La sangre. A veces, la muerte.
Así que sí. Skylar Ja...
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< 1 > IAN'S SECRET WAS DISCOVERED
Todos los días después del instituto, Ian Gallagher acompañaba a Skylar Jackson a su casa, y comían galletas mientras hacían los deberes juntos. Y aquel martes no fue diferente. Ambos salieron juntos por la puerta de entrada, y caminaron entre risas hacia el hogar Jackson.
—Entonces, ese tal Jack quiere invitarte a tomar algo mañana por la tarde— repitió el pelirrojo, sacando una carcajada de su boca. Sky asintió, colocando bien su mochila en su hombro— Es guapo.
Ella acababa de contarle que en su clase de español—que casualmente era casi la única que no tenían juntos— Jack Daniels, el chico más guapo de todo su curso, le había pedido ir a tomar un café, justo después de romper con su novia delante de toda la clase. Skylar sabía que llevaba tiempo tras ella, pues Ian le había pillado mirándola en la cafetería más de una vez, pero ella no quería problemas con ex novias locas, además de que sabía perfectamente para lo que Jack la quería.
—Ese tipo solo quiere tener su bicho dentro de mi, Ian.
—¿Y que hay de malo en ello?
—Nada, realmente, estoy muy a favor del sexo entre amigos. Sé que el sexo no daña una amistad.
Ian la miraba con diversión, pasando por debajo del puente donde estaba la casa Jackson.
—¿Y cuál es el problema, Sky? —Volvió a preguntar, haciéndola parar. Él también lo hizo, quedándose quieto delante de ella— Dicen que es grande.
—La cosa es que Jack y yo solo somos amigos— recordó con obviedad— Y me da igual que tenga un pene descomunal— recitó las palabras exactas de lo que se iba diciendo por ahí— Paso de que me de sifilis.
—Ya... buen punto.
—Si quieres puedes quedártelo tú.
—Ese tipo es lo más hetero básico que he visto en toda la vida— se rió el Gallagher— Y no lo digas muy alto, podrían escucharte.
—¿Quién podría escucharme? —Bramó extendiendo sus brazos— Literalmente estamos solos.
—Tu madre podría escucharnos.
—¡Mi madre es una santa! —Gritó entonces, haciéndolo asentir— Y ya lo sabe.
Los ojos del pelirrojo se abrieron tanto que a Sky le dio miedo que se salieran de su sitio. Tragó saliva, y la rubia le miró con diversión.
