Mi Rosa Vacío - MLP:FIM

Una Volátil Reacción Química, parte 1/3

- Capítulo X -

¿Qué hice para merecer esto?

Twilight se preguntaba esto, una y otra vez. Esperando que quizá unas de sus voces en su cabeza diera una respuesta. Alguna respuesta. Incluso uno pobre y mal pensado que se vino abajo ante la lógica. Pero no, no hay tal revelación.

Twilight entrecerró los ojos, dándose cuenta de quién era el culpable de sus problemas.

"¡Fluttershy! ¡Hiciste callar las voces en mi cabeza!"

La mayoría de los ponys pensarían que silenciar las voces en sus cabezas era algo bueno. Pero un pony realmente no aprecia lo que tiene hasta que lo pierde.
Twilight ciertamente estaba teniendo ese sentimiento.

Por supuesto, Fluttershy no era realmente la culpable de todos los problemas de Twilight. Fue el pony empresario, ¿no? ¡Le estaba pidiendo una cita a Pinkie Pie! ¡Su Pinkie Pie! Su pequeña... cupcake. Hmm. Supuso que si iba a intentar culpar a alguien, también podría culpar a Pinkie Pie por... por... ser tan hermosa...

Toda la claridad y los pensamientos despejados que Twilight había recibido de la siesta de treinta minutos bajo la cascada iban a desaparecer en dos minutos si este pony empresario no desaparecía.

Pinkie tenía los labios apartados mientras pensaba en la petición del empresario.

Está bien, está bien... Twilight respiró profundamente algunas veces. Pinkie iba a pensar en ello, y finalmente diría que no y enviaría al empresario a su camino.

Sonó el timbre de la entrada de la panadería.

Oh, no. Twilight se puso de cara. Estaba segura de que sus esperanzas estaban a punto de desvanecerse.

Un unicornio blanco que casi parecía un malvavisco entró corriendo en la panadería, moviendo su cabeza como un tigre a la caza. Era Rarity.

-¿Dónde está él? ¡¿Dónde está él?!

Twilight, por supuesto, sabía para qué estaba aquí. Iba a intentar que el empresario se interesara por sus vestidos. Probablemente acercarse a él y tal vez acurrucarse. Posiblemente coquetear con él, si ella pensara que podía cruzar esa línea.

Rarity lo vio y sonrió para sí misma.
Ella hizo rebotar sus rizos y se pavoneó hacia él con la cabeza en alto.

-¡Hola marinero!- Saludó Rarity. El empresario se volvió hacia ella con confusión.

-¿Te conozco?

-Oh, nos conocemos. Aunque lo entiendo si no me recuerdas. No fui tan memorable.

-¡Oh! Oh, sí. Eras una de las amigas de la señorita Pie aquí, ¿no?

-¡Sí! Entonces, ¿qué estás haciendo aquí?- Cuestionó Rarity, frunciendo las cejas sutilmente, pero coquetamente.

-Estaba invitando a salir a la señorita Pinkie.- El empresario respondió.

-Oh, eso es lindo... ¿qué?- Los ojos de Rarity se quedaron en blanco, tratando de comprender la loca lógica del empresario de por qué invitaría a salir a la desordenada Pinkie Pie. Luego tuvo esa otra mirada en sus ojos. Uno que Twilight se dio cuenta.