Carlos Sainz, el famoso piloto de F1 siente que jamás va a encontrar a la mujer de su vida y se ve obligado a continuar con su actual relación por pura apariencia, pero que pasará cuando se enamore de la actriz Alessia Wolff, la cual a su vez es la...
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"God, love's fuckin' embarrassing"
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ALESSIA✩
Ya era hora de volver a la realidad, una realidad en la que debía volver a Mónaco a reencontrarme con Charles, una realidad en la que debíamos hablar y en la que debía sincerarme con el, sobre lo que sentía por Carlos, y en la que debía explicarle, si es que no era obvio ya, que no me sentía de la misma forma respecto a nuestro matrimonio.
Me encontraba en el aeropuerto yendo a recoger mis maletas, iba vestida con una sudadera de la cual la capucha cubría mi cabeza y con unas gafas de sol lo suficientemente grandes para cubrir parte de mi cara.
Carlos había ido los últimos días a Madrid para visitar a su familia, y por obvias razones yo me volví a Mónaco.
Una vez reconozco mi maleta en la cinta, la recojo y camino tan rápido como puedo hacía el exterior del aeropuerto, donde encuentro un taxi vacío y le indico la dirección de mi casa, y el hombre con una sonrisa enciende el motor para meternos en la carretera.
El camino a casa se me empieza a hacer eterno, no puedo evitar sentir en una presión provocada por el nerviosismo en mi pecho, no iba a ver a Charles hoy probablemente, ya que el me había dicho que me avisaría cuando estuviese preparado para hablar, pero el estar aquí en Mónaco y volver al apartamento donde tantas veces habíamos dormido en brazos del otro me hacía sentir nerviosa e insistente.
Intento evadir la conversación que estaba teniendo conmigo misma respecto a lo que podría decirle a Charles y pongo mi atención hacía la ventana del taxi, donde veo a la gente por las calles, coches, y las maravillosas vistas de Mónaco, fijar mi atención en esas pequeñas cosas hacen que me tranquilice un poco y la presión de mi pecho va cesando poco a poco, tal es mi concentración que no me doy cuenta cuando el taxi a parado justo enfrente del edificio.
—Señorita, ya hemos llegado—dice el taxista llamando mi atención
Yo le miro desconcertada.
—Oh si, gracias— digo sacando mi cartera— cuanto le debo?—
El taxista mira el taximetro y me mira de vuelta a mi.
—Serán 15,50€— contesta el hombre
Yo sacó el dinero de mi cartera y se lo doy sin más
—Quédese las vueltas— digo saliendo del taxi y tomando en mano la única maleta que traía.
Subo a la acera y veo al taxi alejarse, por lo que doy unos pasos hasta llegar a la puerta de mi edificio y me tomo unos segundos para respirar profundamente antes de entrar, no se porque me siento tan nerviosa, pero lo estoy.
Saco las llaves de mi bolso y abro la puerta como puedo aunque me tiemblan las manos, y una vez abro la puerta me adentro en el edificio caminando hacia el ascensor.
