8 - Primer día

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Caminaba acompañada de Helena por los pasillos de la sede de la B.S.A.A. en dirección a la sala de reuniones. No sabía porqué había sido citada en esas temparanas horas del día pero algo le decía que tenía que ver con el programa de entrenamiento. Ese día iban a llegar los cadetes para comenzar un largo proceso de transformación que los convertiría en el futuro de la guerra contra el terrorismo biológico y aún no habían recibido las instrucciones. Era de suponer que tarde o temprano les iban a decir qué hacer, no esperaba que fuese tan temprano en el día.

Sherry de vez en cuando miraba a su costado para ver cómo estaba Harper. Había tenido tiempo de sobra para conocerla en su paso por la D.S.O. como para saber que ella no era mujer de tener buen humor en las mañanas. Pensó que era mejor dejarla tranquila con su cara de gruñona y su café en la mano, así que se quedó calla la mayor parte del trayecto.

Una vez que llegaron al pasillo correcto vieron que Rebecca estaba delante de la puerta que daba a la sala de reuniones. Cuando vio a las dos mujeres acercase, Chambers les regaló una sonrisa y movió la mano en forma de saludo.

—Hola chicas, ¿cómo las trató esta mañana?

—Mejor no preguntes— le respondió Helena con cara de pocos amigos—. ¿Y bien, entramos?

Rebecca asintió y abrio la puerta para que las tres puedieran entrar. En el centro de la sala vieron que Leon, Chris, Jill y Barry las estaban esperando. Todos los nombrados las miraron y se acercaron a ellas.

—Buen día, chicas—. Les dijo Leon, luego miró a Helena—. ¿Cómo te está tratando la mañana?

—¿Por qué no te mueres?— le dijo con acidez en su tono y luego tomó un sorbo de su café.

Chris desde el otro lado de la sala no pudo dejar escapar un bufido cuando escuchó eso. Le pareció divertido ver que alguien podía poner de pelos a Leon igual que sus compañera hacia con él.

—Gracias por venir, ahora es momento de que les expliquemos porqué vinieron aquí— dijo Redfield, luego esperó a que todos se le acercaran y siguió su discurso—. Como bien sabrán, dentro de un par de horas llegarán los cadetes que serán parte del programa de entrenamiento, con Leon decidimos aprovechar este momento para dejar en claro el procedimiento a seguir.

—Además los llamamos porque necesitabamos hablar con ustedes sobre un tema bastante delicado y que nos incumbe a todos- continuó Leon explicando.

—¿Qué clase de tema?— preguntó Jill.

Leon buscó a Chris con la mirada esperando permiso para poder responder. Cuando vio que el grandulón asintió con la cabeza, Kennedy resopló y tomó valor para decirles.

—Claire será parte del programa, entrenará con los demás.

—¡¿QUÉÉ?!— gritaron las mujeres presentes.

—¡¿Claire quiere ser una agente?!— preguntó Jill indignada y Leon asintió—. No lo puedo creer, ¿cómo no pudo contarme?

—No le contó a nadie, quiso hacer esto lo más secreto posible hasta que sea demasiado tarde para nosotros de evitarlo— contó Redfield.

—Chris y yo accedimos a que ella participe, lo hemos discutido y no vamos a ponerle obstaculos en el camino. Si ella quiere hacerlo, no la detendremos.

—Pero... ¿No tienen miedo de que le pase algo? Saben lo peligroso que puede ser este trabajo— preguntó preocupada Sherry.

—Sí lo sabemos, el problema es que ella no. Si quiere hacer esto, tendrá que verlo con sus propios ojos dónde se va a meter— dijo decidido Leon.

Recuperar el Tiempo PerdidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora