✘ 16 ✘

41 7 4
                                    

Reino del Este — Mercado


El mercado era un lugar hermoso lleno de colores, sonidos, comida, música y personas muy variadas, pero, así como era de bello era de tormentoso. A veces estaba tan lleno que nadie podía pasar, algunos vendedores eran insistentes e incluso no dejaban en paz a los visitantes hasta que gastaran algunas monedas en su mercancía.

Los niños se escapaban de sus padres para jugar con los demás, algunos maleantes esperaban hasta poder conseguir una buena víctima para atacar, mujeres pasaban regodeándose en sus vestimentas y sirvientes cumplían sus tareas del día.

De su parte, Yoongi estaba en su segundo lugar favorito, el mundo de las telas de Kyomi, las mejores telas de toda la región estaban en ese lugar; vibrantes, cálidas, frías, desde diseños simples como estampados elaborados con la dueña más experimentada que se pudiese necesitar y amiga del Omega.

Fue difícil ganarse a la Alfa, era una mujer difícil de convencer o si quiera tener una conversación, pero con los encantos y las buenas manos en las telas de Yoongi fue más que suficiente para ganarse su buena voluntad, era avisado cuando estaban las mejores telas antes de salir a la venta y siempre tenía unas buenas galletas y té al llegar.

—Cuéntame, Yoon—la Alfa se sentó por fin en frente suyo, justo en su oficina mientras sus trabajadores se encargaban del lugar. — ¿Que tal la vida sin tus hermanos?

—Pensarías que estoy feliz de dejar de pelear con Kook y tener que despertarlo para que todos los días llegue tarde, pero extraño su ruido mañanero y la calma de Nam

—Claro que los vas a extrañar, si eres el menor y ambos te miran como su adoración—Kyomi suspiro. —Si tan solo a tu hermano le gustara las Alfas, hace tiempo que hubiese sido mío

La carcajada del pálido no se hizo esperar, bien que recordaba como la mayor se le confeso sin pelos en la lengua a su hermano mayor y como este la rechazo todas las veces siendo tan amable como siempre.

Pasar desapercibido no era algo que ninguno de los tres podía hacer. Namjoon era el jefe de la guardia imperial, Jungkook fue el mejor ayudante que piso el hospital del pueblo y también era conocido en los bares por su muy buena resistencia con el alcohol y él, era el costurero del palacio más prestigiado del lugar. Siempre escuchaba a los demás hablar de su familia, de cómo querían casarse con sus hermanos y hasta con él, pero en algún momento termino acostumbrándose.

— ¿Regresan pronto?

—Según lo que me dijo Nam, ya deberían estar de camino hacia acá, pero las cosas pueden retrasarse un poco

— ¿Seguro que no quieres quedarte conmigo? —tomo una de las galletas que reposaban en la mesa y la mordió. —Tengo un cuarto vacío que te está esperando

—Extraño a mis hermanos, pero no quiero estar en otro lugar que, en mi casa, aparte mi negocio está ahí

—Eso es lo de menos y lo sabes, pero no insisto más, sé que no cambiaras de opinión solo recuerda que para lo que necesites estoy aquí—sacudió las migajas de sus ropas y se levantó. —Si me gustaran los Omegas estaría babeando por ti

—Gracias al cielo no te gustan—Kyomi, quien se fue por una de las tantas puertas que tenía el lugar, volvió con suficientes telas.

—Las que me pediste, están en prefecto estado y ni siquiera el Sur las pudo conseguir, así que ve y haz obras maestras con esto

Yoongi siempre estaría agradecido con ella por dejarlo entrar en su vida, al terminar el té y las galletas puso las telas en su carretilla y salió hacia su casa donde estaba su negocio.

Lycoris ➸ NamminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora