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Las mañanas en la casa Kim siempre era lo mismo, el mayor de ellos era el primero en abrir los ojos y prepararse para salir luego de él le seguía el menor, se despertaba a tiempo para preparar el desayuno y que su hermano no se fuera con el estómago vacío.

Eran 3 fieles hermanos; dos Alfas y un Omega.

Su madre, una hermosa Omega, siempre les decía: "Un buen desayuno es la mejor forma de empezar un buen día así que, si no se comen todas sus verduras hare que le limpien los pies a la abuela An."

Esa era toda la motivación que necesitaba el menor de ellos para levantarse en las mañanas a dejar todo listo para sus hermanos.

El último en despertar era el del medio. Se despertaba tarde así que siempre se arreglaba apurado, pero sin importar que tan tarde llegara a su trabajo, no podía salir de la casa sin el desayuno en su estómago.

—Buenos días, Yoon

—Buenos días, Nammie ¿Estas mejor de la espalda?

—Solo fue un golpe y si, ya todo está bien—acomodo su ropa y se sentó con las piernas cruzadas como un indio en frente de la mesa donde su desayuno estaba listo y servido. — ¿Te llegaron las telas de las que me hablaste?

— ¡Si! —chillo emocionado mientras traía el agua y le servía a su hermano. —Están preciosas y tienen un color muy parecido al ginseng, muchas kisaeng* me estaban pidiendo ese color así que pronto tendré muchas ventas

—Escuche que la concubina mayor del palacio te hará un gran pedido

— ¿Ensedio? —casi escupió la comida que tenía en la boca y Namjoon hizo una mueca divertida por su acción, casi al instante Yoongi trago avergonzado. —Lo siento, la emoción, pero cuéntame más ¿Habrá alguna fiesta pronto?

—Creo—simplemente dijo, aunque estuviese siempre dentro del palacio lo que ocurría allí no era de su incumbencia ni de su gusto. Siempre escuchaba a las sirvientas cuchichear, pero se hacía de oídos sordos. —Gracias por la comida, Yoon

Dejo un beso en su sien antes de levantarse.

—De nada y recuerda pasar por la tienda de la Señora Joo, tiene unos bordados y materiales que necesito

—Lo tengo, cuídate mientras no estamos, cachorro—se detuvo justo en la puerta y lo miro. —Si necesitas algo, sabes que hacer

—Si, puedes irte tranquilo

Con un último vistazo Namjoon se fue de allí siendo recibido por el bullicio matutino, podían ser temprano para otros, pero la actividad en el pueblo Suwon empezaba a las 5 am, todos sabían eso excepto Jungkook que seguía en el más profundo de sus sueños.

Yoongi recogió los platos y empezó a limpiarlos para no tener que preocuparse por ellos después, le gustaba pasar todo su tiempo en su trabajo así que como era el único que estaba en casa se encargaba de las tareas del hogar.

El pálido estaba barriendo la casa cuando un apurado Jungkook apareció por fin, tenía su ropa a medio poner y el moño estaba desordenado, con varios mechones por todos lados. El desastre de todos los días.

— ¿Cuándo vas a cambiar?

—No empieces ahora, necesito concentrarme para no atragantarme—se sentó en frente de donde estaba su desayuno ya tibio y empezó a comer apurado. — ¿Y Namson?

—No hables con la boca llena, animal—se acercó para soltar su largo cabello y hacer el moño como era debido. —Obviamente ya se fue, sabes que ahora que es el jefe imperial debe de estar primero

—Aunque no fuera el jefe sería el primero, sabes cómo es con la puntualidad

—Así como tú eres con la tardanza—replico y cuando termino espero a que acabara de comer para ayudarle con la vestimenta. —Que no se te olvide que te toca hacer la cena a ti

Lycoris ➸ NamminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora