VII

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Fue extraño despertar la mañana siguiente. Fue glorioso, se sentía extrañamente renovado. Lastima que estaba solo en su cama. Soltó un suspiro, así no era entretenido. Escuchó un zumbido a su derecha, pudo ver su móvil. Al tomarlo miro que era un mensaje de la Diosa conejo.

O así la tenía agendada.

Fue divertido, ver que la mujer solicitaba su presencia, hizo crujir sus huesos. Fue refrescante. Pero primero necesitaría una ducha.

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Miró a su alrededor, fue recibido de la mejor forma posible. Era alguien que consideraban como de la realeza. Eso solamente lo hizo sentir especial.

Entró al palacio, Kaguya era una mujer extraña. No había guardias, no los necesitaba. Solamente pudo ver una enorme cama al fondo de esta. Entonces fue abordado por un par de brazos.

"Todo listo, mi Rey"-Susurro la mujer a sus espaldas. Sonrió ante eso. Era hora de reclamar un puesto en este mundo tan podrido.

"Primero visitamos Konoha, tal vez ahí pueda hacer algo nuevo"-Murmuró, esperando a que la mujer continuara.

"Entonces viajemos a Konoha"-Un brillante ojo rojo se abrió en la frente de la mujer, un par de cuernos se alzaron sobre su frente. Un portal se abrió frende ellos.- "Localiza la firma más parecida a la tuya, mencionaste antes que tenías una pariente viva"-Dijo divertida.

"Karin, si. Creo que sigue con vida"-Se encogió de hombros no muy seguro.

"Entonces vamos a averiguarlo"-Ella empujó a ambos dentro del portal.

Todo era blanco dentro de este. Ambos flotaban en la misma existencia, como hacía bastante tiempo.

"Me trae recuerdos"-Habló el Uzumaki con una sonrisa.- "Esa vez, cuando nos enfrentamos y terminamos en la misma situación"-Dijo mientras miraba a la mujer.

"En ese entonces éramos enemigos. Ahora viajamos como aliados. Mi Rey"-La mujer sonrió tranquilamente. En ese entonces era Kaguya, la Diosa del Chakra, ahora nada más era la líder de los Yokais.

Al llegar a un lugar. Naruto supo que no estaban en Konoha, posiblemente en ningún lugar de las naciones elementales.

"Si, esto no es bueno"-Murmuró mirando la ciudad desde la cima de un edificio.

"Tenemos que quedarnos un día por lo menos. No tengo suficiente Chakra para viajar nuevamente. Mi cuerpo no es ni es una décima de lo que solía ser"-Murmuró con un ligero tinte rosado.

"No importa realmente. Tengo la excusa perfecta para Yasaka"-Dijo con orgullo, entonces ocurrió una gran explosión a la lejanía. Era similar al Japón ordinario, pero todo lucía más deprimente por alguna razón.

Entonces pudo verlo, un ser cubierto de sangre y vísceras ser arrojado a través de un edificio. Este llevaba una enorme motosierra en su cabeza. Una explosión derrumbó el edificio completo. Pudo sentir una enorme malicia emerger repentinamente, no provenía del monstruo de la motosierra.

Algo más estaba presente. Entonces pudo verlo, ya no tenía la vista de un Shinobi, pero la magia podía ser útil muchas veces. Esta, era una de ellas.

Con una armadura de lo que parecía ser huesos de animal o lo que fuera, caminaba hacia el edificio en llamas. Esta estaba cubierta de sangre, de la cual provenía del mismo ser. Repentinamente su armadura cayó al suelo. Pudo ver que ya no era humano lo que había en su interior. Las cuencas estaban vacías salvo unos luminosos puntos azules. Llevó su mano hacia su pecho. Tomando uno de sus ojos lo comenzó a retirar. Pudo ver como algo más salía, como si tuviera el filo de una hoja. Era un arma, entonces el lugar comenzó a sangrar. Derramando más de su sangre en el suelo.

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⏰ Última actualización: Oct 31, 2023 ⏰

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