Dominio en casa de los demonios

IV

"Naruto-Sama"

Varios sirvientes se inclinaron ante su llegada. Su cabello rojo se sacudía con cada paso que daba. Había pasado tan solo un año desde que se anunció que era el nuevo heredero de la casa Gremory, también en ese lapso de tiempo. La casa Gremory fue inundada con cartas relacionadas con matrimonios políticos, cosa que no había sucedido antes. Ni siquiera cuando Rias había manifestado su poder de destrucción hacía tantos años.

Aparentemente el infierno sabía del poder de la destrucción mutada de Naruto. Un posible nuevo linaje había nacido. El poder de la destrucción del chico se hizo famoso en poco tiempo. Logrando crear un increíble mar carmesí de su poder y destruir todo a su paso.

Se habían olvidado por completo como Kuroka había desertado de su afiliación, como si nunca hubiera existido. Solamente era conocido por tener una torre. La cual se estaba haciendo un nombre propio bastante rápido.

Algo llamado Haki despertó la curiosidad de los Yokais, teniendo un nuevo conflicto entre demonios y yokais.

Pero esas luchas eran inútiles, debido a que Luffia era solamente devota a Naruto y no a los demonios en si.

Tenían trece años de edad y ya tenían el inframundo de cabeza. Y eso mismo le trajo más problemas de los que desearía.

Teniendo que comprometerse con la única mujer de la casa Phoenix, la cual era menor por dos años, por cierto. Cosa que no era mal vista por los ancianos. Pero simplemente no podía desposar aún siendo niños.

Sentía un poco de pena por la chica, prácticamente le arrebató su futuro. Pero es lo que gana por tener una hermana como Rías. Hablando de ella. Nunca antes la había visto tan feliz. Incluso lo comenzó a llamar, Nii-Sama, cosa que ni siquiera su propio hermano mayor se refería. Tuvo la decencia de aparentar arrogante ante ese hábito, pero rápidamente se le paso. Era divertido molestar a su hermano mayor, a veces.

Entonces estaba su problema actual, uno grande. Con muchos pares de alas oscuras sentado frente suya.

"El 60% del territorio Gregory junto a sus habitantes"-Negocio con seriedad. Utilizando su último recurso.- "La mayoría de las mujeres en Gregory habitan ahí"-Añadió como una idea tardía.

"No me interesa un Harem de caidos"-Contestó con pereza, mirando al lider de los Datenshi, Azazel.- "Ni siquiera Gregory completo vale una parte de Luffia. Si esto es todo de lo que quieres hablar, me retiro"-Habló con neutralidad, estaba cansado con esta caída. Azazel era una persona que le interesaba las cosas que no entendía, un ejemplo, La producción de Haki que Luffia era capaz de hacer, además de que sus habilidades "únicas" la hacen extremadamente valiosa a ojos del caído.

"Ya veo..."-Murmuró por un momento, su frente se frunció, como si estuviera pensando algo severamente.- "¿Que me dices de un hijo suyo? No necesariamente tiene que ser mujer, un varón me vendría bien"-Dijo con una sonrisa final.

Pero el rostro plano del pelirrojo hizo que suspiró en derrota.

"Un día uno de mis caídos seducirá a un descendiente tuyo"-Dijo mientras bajaba la caña que sostenía.

"Para ese entonces no estarás vivo para presenciarlo"-Respondió mientras tiraba de la caña, logrando pescar un pez relativamente grande, los ojos de azazel se iluminaron, pero Naruto simplemente le quitó el anzuelo y lo liberó.

"Es un desperdicio... Tanto el pez como mi oferta"-Habló mientras miraba el cielo.- "La paz es extraña, pero más si es falsa"-Habló mientras miraba al chico, el cual no le estaba prestando atención.- "Conocí recientemente a una persona interesante."-Habló mientras tiraba de su caña prezosamente.- "Se llama Vali, es un niño extraño, pero supongo que te interesará en un futuro. Se ve como uno de esos chicos problemáticos"-Habló sin interés realmente.