1: MISIÓN MANDALAY

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AÑO: 2088

ROSE


Estaba en mi cama escuchando música, ultimamente es lo único que me evadía de todo el mundo. Especialmente de mi família. Mis padres se la pasaban peleando de temas que no sabia porque, decían que era demasiado chiquita para enterarme de esos temas de mayores.

Mientras escuchaba "Vuelvo a casa" era una canción que me cantaba mi mamá cuando era pequeña. Siempre que la escuchaba se ponia a llorar, decía que era una canción que compusieron sus amigos. Y le recordaba a una de las mejores épocas de su vida. Aunque nunca me los presentó.

Mamá y papá se habían ido hoy bien temprano así que estaba sola en casa, bueno, sola no, con mi hermano Gabriel.

Gabriel desde pequeño ha sido un niño muy guapo y siempre ha sabido conquistar el corazón de nuestros padres. Tiene el cabello rizado y los ojos marrones y grandes. Es mi mellizo así que de una forma o otra estamos conectados y lo quiero mucho.

Gabriel se creia el mayor pero el hecho es que somos mellizos y yo nací 3 minutos antes que el así que en teoría la mayor soy yo. Pero eso a él le da igual.

Estaba disfrutando de la canción cuando de repente escuché un ruido, así que me quite los auriculares y como no, era Gabriel chillandome.

-- ROSEEEEEEE TELÉFONO. -- soltó tal chillido que tembló toda la casa.

-- Cógelo tu Gabriel no seas vago. -- le dije.

Como no vi respuesta de su parte intuí que no lo iba a coger así que fui a ver de donde provenía el sonido del teléfono para cogerlo.

-- Mierda. -- solté. -- ¡GABRIEL CÓDIGO 2010! -- Gabriel no tardo ni dos segundos en aparecer.

Gabriel y yo cuando éramos pequeños nos inventábamos códigos dependiendo de la gravedad de la situación y el código 2010 era el más grave de todos. Por esa razón llego lo más rápido que pudo.

-- ¿Rose, que hacemos? -- espetó.

-- No se, papá y mamá nunca nos dijeron que hacer en este caso.

Cuando eramos chiquitos mama y papa nos dejaron un teléfono escondido en la cómoda de su habitación, nos dijeron que ese teléfono nunca sonaria. Pero en el caso de que sonara algo malo estaba pasando. También dijeron que en cuanto ese teléfono sonara se pondria en marcha la misión Mandalay y que nosotros ya sabriamos que hacer, solo dijeron que teniamos que seguir a nuestra intuición.

Nosotros sabiamos que nuestros padres escondian muchos secretos que no nos querían contar, pero sabíamos que nos querían y todo lo que hacían lo hacían por nuestro bien.

-- Rose cógelo. -- me dijo Gabriel con voz temblorosa.

-- Y una mierda, siempre dices que tú eres el mayor asi que atiende tú. -- Intentaba hacerme la valiente pero me estaba muriendo de miedo.

-- No no no. -- dijo. -- Tu naciste 3 minutos antes así que atiende al telefono yaa. -- estaba practicamente deseperado.

-- VALE. -- cogí aire y atendí. -- ¿Hola? -- dije poniendo el teléfono en altavoz.

-- ¡Rose, Rose cariño eres tu! -- reconocí la voz de mi madre de immediato.

-- MAMAA. -- soltó Gabriel casi llorando de la felicidad. -- ¿Mama que esta pasando?

-- Hijos escucharme atentamente, tenéis que cumplir vuestra misión, tener en cuenta que nada es lo que parece y tenéis que pensar lateralmente como papá y yo os enseñamos, que nos volovamos a ver, os amo gatos. -- y de repente colgó el teléfono.

Me quede pensando en la ultima frase que dijo y en el pensamiento lateral. Desde bien pequeños papá y mamá nos enseñaron a pensar lateralmente y nos daban clases de como hacerlo. Nunca fuimos a una escuela común, estudiábamos en casa, mi papá era demasiado inteligente y nos enseñó todo lo que sabíamos. Yo era buena en pensamiento lateral, pero Gabriel no daba una.

-- Rose, estas ahí. -- dijo moviendo su mano de arriba a abajo en frente de mis ojos.

-- Sí, estoy aquí, estaba pensando en lo que dijo mamá. Eso de que nos volvamos a ver. -- sabia que esa frase la había escuchado o la había visto en algún sitio.

-- La sudadera -- espetó con cara de haber salvado el mundo.-- Mamá tiene una sudadera que pone que nos volvamos a ver. -- aclaró.

Tenia razón, mama tenia una sudadera que ponia exactamente que nos volvamos a ver. No se si estaba mas sorprendida porque lo habíamos averiguando o porque quien lo había hecho fuera Gabriel.

-- Corre, al armario a buscarla -- le dije.

Revolvimos el armario entero hasta que en un cagón escondido la encontramos. Estaba llena de polvo, pero estaba. Nos pusimos a revisarla entera, pero no había nada. Estaba claro que no iba a ser tan fácil.

-- Gabri, apaga la luz. -- le ordené.

-- ¿Que? -- me respondió confundido.

-- Acuérdate, papa nos dijo que no hace falta ver todo a lo literal, que aveces con los ojos cerrados vemos muchísimo mas.

Gabriel apagó la luz y en ese mismo momento en la sudadera se vio bordado con hilo fosforescente unas coordenadas exactas.

-- Rose eres una genia -- me dijo con orgullo -- Yo nunca lo habría adivinado.

-- Ahora tenemos que llegar a estas coordenadas, algo se debe de esconder allí.

Preparamos todas las cosas que necesitabamos para emprender el camino. Googleamos las coordenadas y encontramos que ese terreno antes era un colegio, el colegio Mandalay. Cada vez todo empezaba a tener sentido aunque aun teniamos muchas preguntas y muy pocas respuestas.

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Hola otra vez, espero que de momento os esté gustando. Este capítulo ha sido corto pero más que nada lo he hecho para poneros en contexto. Ya veréis lo que se viene más adelante. 🙌🏼

Ainhoa ;)

Vuelta a empezar [Casi Angeles]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora