Vuelta a empezar [Casi Angeles]

4: LA FIESTA DE HALLOWEEN II

AÑO: 2033

DYLAN

No entendía nada de lo que acababa de pasar. Mi ex novia Madi me acababa de besar. Yo le había dejado claro que no quería volver a verla, pero parece que ella no lo entendió del todo. Me tuvo que besar delante de todo el mundo. Delante de Alma.

Sinceramente nunca me había fijado en Alma, de hecho la veía como la mejor amiga de mi hermana Alai pero desde que regresé de Europa estaba diferente. No la podia ver igual, ya no era la niña enojona que era cuando me fui, se había convertido en una mujer. Al principio pensaba que era parte de mi imaginación pero veía como los chicos del Mandalay la miraban. Ella era sencilla no le hacia falta arreglarse para destacar y eso lo sabia.

Aún no había hablado con ella ya que no tuve la oportunidad de hacerlo, siempre estaba acompañada y cuando se quedo sola apareció ese tal Oliver, me dijo Bruno que eran como mejores amigos. No me fiaba mucho de él, encima se fueron solos a un lugar lejos de la fiesta. Tengo que decir que es ese momento me invadieron los celos y en ese mismo momento Madison se acercó a mi para darme la bienvenida.

Estuvo un buen rato dandome la chapa hasta que me besó, en cuanto me di cuenta la aparte y miré a mi izquierda y estaba Alma en brazos de Oliver. No tuve que hacer nada porque Bruno se acercó y Oliver del susto soltó a Alma.

— Ey Dylan me escuchas. — escuché que me decia Madi — Que bien que volvemos a estar juntos eh.

— Mmm, Madi no quiero que te lo tomes mal pero tu y yo no vamos a volver a estar juntos. Tu me engañaste. — me sentía mal por decírselo pero quería dejarle las cosas claras.

— Pero que dices si tu y yo somos el uno para el otro.— me intentó convencer — ¿Que es por ella no? Seguro que ya tienes a otra pobre niñita a la que enamorar.

— No es eso, simplemente no quiero estar contigo. — Madi se marchó furiosa y yo no pude dejar de mirar a Alma.

Estaba discutiendo con su hermano Bruno, estaba lejos pero podía ver en sus gestos lo enfadada que estaba con el. Seguramente estaba enfadad porque le había interrumpido el momento romántico con su amiguito.

En un momento vi que Alma se iba enfadada y le dijo algo a su hermano que no logré descifrar. La seguí con la mirada y vi como se acercaba a la barra. Cuando estaba allí pidió un trago con alcohol, ella no se fijó que yo estaba allí. Estaba tan enfadad que ni cuenta se dio.

— ¿Alcohol? No eres menor para eso. — le dije con cara de sorprendido. Ella se giró y en cuanto me vio sentí su cara de sorpresa.

— A ti que te importa, ¿se lo vas a decir a mi padre o que? — me miró con esa mirada desafiante que me encantaba. Estaba furiosa y eso estaba a la vista.

— Yo no soy buchón, solo me preocupo por ti. — su cara cuando me hoyó decir eso cambio por completo. Y de repente se comenzó a reir.

— ¿Preocuparte por mi? No me hagas reír Dylan has estado muchísimo tiempo en Europa. — me dolía que pensara eso de mi, yo siempre la tenía presente, no de forma romántica, hasta ahora.

— Una cosa no tiene nada que ver con la otra. — le dije intentando que me entendiera — Siempre os he tenido muy presente a todos.

— Ya, pero no es lo mismo estar allí que estar aquí. — Me enfurecía que no me entendiera.

— Que mas te da si aquí ya tienes a tu amigo Oliver que se preocupa mucho por ti — las palabras salieron de mi boca antes de que las pudiera controlar, vi su cara de sorpresa al escucharme decir eso.