11. UN ALTO EN EL CAMINO

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Salieron de la cripta con la reliquia en las manos. Aún así aquello no parecía un triunfo. Por alguna razón no conseguían sentirse demasiado felices.

Tenían en su poder cuatro de los seis objetos mágicos que había en total. Sólo les faltaba el Espejo de la Verdad y recuperar la Espada de la Determinación, que seguía en manos de Fenrir.

Loki sugirió hacer un alto en el camino, no se sentía con ánimo suficiente como para enfrentarse a otra prueba el mismo día.

Miah por su parte estaba agotada, después del ataque de pánico que había sufrido y del encuentro con Odín...

El encuentro con Odín los había dejado muy pensativos a los dos.

Loki, quisiera haberle dicho a su padre como lo hacía sentir cada vez que se encontraban, lo menospreciado e increíblemente insultado que se sentía por él, como si para Odín fuera una ofensa simplemente el tenerlo como hijo.
Pero no lo hizo, no le dijo nada de eso y ahora se odiaba por ello.

Miah no entendía como un personaje tan importante como Odín podía saber de su abuelo, ¿qué relevancia había tenido ese hombre para merecer que el Rey de Asgard lamentara su muerte? Tenía cada vez más preguntas, y no parecía que fuera a encontrar las respuestas, al menos en breve.

- Creo que voy a dar un paseo. Necesito pensar - dijo Miah.

- Me parece buena idea. Vamos, te acompaño.

- No, Loki. Necesito estar un rato a solas.

- Pero... - temía que pudiera pasarle algo.

- He dicho que iré sola - dijo muy seria.

Loki asintió sin decir nada. Comprendía que desde que todo esto había empezado no había tenido un solo minuto para estar sola, y ahora que parecía que su implicación emocional había ugmentado le vendría bien tener un poco de espacio y privacidad.

Miah necesitaba despejar sus pensamientos y centrarse de nuevo. Esta expedición le estaba removiendo demasiadas cosas en su interior. Ella, que se consideraba una persona íntegra, escéptica, de ideas claras y valores bien definidos. Una persona de ciencia, metódica, entregada y responsable con su trabajo.

Ahora se sentía atraída de forma platónica por el dios del engaño, se veía envuelta en una misión épica para salvar los nueve reinos y había descubierto que no estaba segura de si conocía toda verdad sobre su familia y sus orígenes. Se planteaba que a lo mejor, no se conocía tan bien como ella creía.

Cuando Miah regresó, Loki había instalado nuevamente el campamento. Había plantado las tiendas, había encendido una hoguera y tenía malvaviscos tostandose al fuego. Todo para intentar que Miah se sobrepusiera al mal estar que sentía después de la última prueba que habían superado.

Miah se sintió atraída de inmediato por el olor del azúcar quemado y se acercó a Loki.

- ¿Te apetecen... estas cosas? - Loki con una sonrisa.

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LOKI Y LAS RELIQUIAS DE YGGDRASILDonde viven las historias. Descúbrelo ahora