The Prince of Magic

Una nueva asignación (1)

Esto es una traducción sacada de Webnovel escrita originalmente por Regius_Sanguis, si encuentran algún error en la ortografía pueden decirlo en los comentarios y tratare de corregirlo

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"... ¿Prelati? Espera, ¿no es ese nombre de -"

"En mitos menores relacionados con Barba Azul, ¿el tipo que una vez bueno se convirtió en un loco asesino de niños en serie después de que Jeanne D'arc fue quemada por el pilar? Sí, sí, lo es". Zelretch intervino asintiendo con la cabeza.

Adriano parpadeó, desvió su mirada hacia la foto y luego volvió al viejo mago.

"Debería haber muerto hace mucho tiempo para cuando el mundo entró en el siglo 20, entonces, ¿cómo sigue vivo? ¿No era un mortal? Y si no recuerdo mal, Prelati siempre fue descrito en las historias como un hombre, entonces, ¿cómo es este joven Prelati? ¿Está relacionada con el hombre, un pariente tal vez?" Adriano elaboró cuidadosamente, recordando la información de los libros que había leído en el pasado.

"Por lo que sé, Prelati era un mortal ordinario. Pero, él fue un apóstol de un dios eldritch hace mucho, mucho tiempo. Es débil pero no un mortal ordinario. La información sobre su pasado sigue siendo escasa, por lo que una pequeña cantidad fue todo lo que pude obtener de una fuente mía muy confiable. Incluso yo no estoy exactamente seguro de cuántos años tiene ese miserable trasero cuando me enteré de su existencia por primera vez". Zelretch resopló, frunciendo el ceño ligeramente.

"Suena como si lo hubieras encontrado, opa". Adriano dijo a modo de pregunta.

Zelretch se volvió hacia él con una expresión neutral que no revelaba nada.

"Lo tuve, para mi suerte y disgusto". El viejo mago admitió, luciendo un poco irritado.

"¿Cuándo?"

El viejo mago se rascó la barba pensativo, reclinándose en su silla antes de encontrarse con la atenta mirada de su nieto.

"Conocí a Prelati cuando fui a visitar a un viejo amigo mío en Rumania. Fue uno de esos encuentros que desearías que nunca hubiera sucedido. Esto fue hace años, así que dudo que lo recuerdes, enkel. Probablemente tenías unos meses en ese entonces". Zelretch agregó, notando que las cejas de Adriano se levantaron sorprendidas.

"¿Fue tan malo?" Preguntó Adriano, curioso pero ligeramente tentativo.

El joven mago notó que el estado de ánimo de su abuelo se había agriado por el tema en cuestión.

"Hah, peor. Me hizo desear nunca haber notado a ese miserable hijo de puta". Zelretch se burló.

Muy consciente de la clara irritación y disgusto en su tono, Adriano permaneció en silencio mientras dejaba que el hombre mayor continuara.

Cuando su abuelo comienza a maldecir, significaba que estaba a punto de despotricar.

Y justo cuando lo pensaba, el viejo mago hizo exactamente lo que esperaba que hiciera.

"Lo encontré cuando estaba a punto de secuestrar a dos niños. Yo solo estaba pasando, pero noté que activaba sus circuitos y me disgustó, no solo por sus intenciones y lo que estaba a punto de hacer a esos pobres niños, sino por su sola presencia. La sensación de su energía mágica era tan repugnante que ofendió mi sensibilidad hasta el punto de querer matarlo. Imagínese, había un grupo de peces muertos y podridos situados cerca de su nariz. El olor no desaparecería, incluso si te cubres la nariz y no respiras durante unos segundos. Era así de desagradable". Zelretch gruñó, ojos carmesí brillando de ira.

"Entonces, ¿qué hiciste?" Preguntó Adriano, morbosamente curioso.

"Lo ataqué, por supuesto. El bastardo sangriento estaba tan ocupado con lo que estaba haciendo, que no sintió que me acercaba a él hasta que fue demasiado tarde. Al principio trató de pelear, pero yo simplemente fui y seguí atacándolo hasta que se convirtió en una pequeña pila de papilla desagradable. Creo que estaba demasiado aturdido con lo que le acaba de pasar como para tomar represalias después de eso. Para que conste, no sé por qué es una chica ahora, así que no preguntes. Lo más probable es que probablemente se cansara de usar contenedores masculinos y quisiera un cambio de ritmo eligiendo el sexo opuesto. El miserable lanzador está tan enfermo en la cabeza". Zelretch se burló.

Adriano negó con la cabeza, si no para agitar la imagen de la última parte que su abuelo había dicho.

"¿Así que trataste de matarlo y no funcionó?"

"Hn, lo hice. Pero, claramente, no fue suficiente para terminar realmente con el miserable lanzador. Al menos Crimson Moon, el bastardo, murió en todo el peso de mi verdadera magia. ¿Ese antiguo? No tanto". Zelretch dijo con un ligero movimiento de cabeza, dejando escapar un suspiro frustrado.

"¿Y dices que él es mi objetivo?" ¿Cómo en la raíz voy a matarlo cuando tú no puedes? No soy un mago". Dijo Adriano, incrédulo.

"Soy un mago, pero tú tienes algo que yo no tengo". Zelretch dijo con una mirada de complicidad.

"Y qué es -" Adriano hizo una pausa, conectando los puntos en su mente.

El silencio se apoderó de la habitación por un momento antes de que el joven mago continuara.

"Son mis ojos, ¿no?" Adriano pronunció, expresándolo de una manera que no era una pregunta.

Una pequeña sonrisa regresó al semblante envejecido del viejo mago.

"Golpea el clavo justo en la cabeza, enkel". Si era posible, la sonrisa se estiraba más hacia arriba a medida que su tono se volvía siniestro. "Cuando digo que tus ojos son especiales, lo digo en serio. Nunca he visto una calidad única y de mayor calidad de ojos místicos que la tuya. En su estado actual, sería lo suficientemente poderoso como para superar cualquier ases que ese miserable pudiera tener bajo la manga".

Incluso frente a un cumplido genuino, Adriano lo tomó sin mucha importancia, absorbiendo las palabras pero sin reaccionar mucho a ellas.

En cambio, había algo más importante y era lo único que ocupaba su mente en ese mismo momento.

"¿Cuál es el truco?" Preguntó Adriano, observando de cerca a su abuelo.

Mientras era joven en cuerpo, no era tan ingenuo como para pensar que todo saldría como su abuelo estaba planeando.

Todo tiene sus desventajas. No es simplemente su opinión, sino un hecho de la vida que aprendió a través de todas las dificultades e innumerables pruebas.

La sonrisa en el rostro de su abuelo se volvió irónica.

"La cosa es que, si bien logré localizar con éxito a ese desgraciado en poco tiempo, hay un problema que debe abordarse".

Zelretch hizo una pausa, con los ojos carmesí vagando hacia el techo pensativos.

Pasaron unos momentos, tosió en su mano para romper el breve silencio.

"Bueno, un par de problemas, tal vez". El viejo mago admitió, pareciendo un poco tímido.

Adriano frunció el ceño, un poco molesto por el retraso del hombre mayor.

"Fuera con eso, opa". El joven mago instó.

"Está bien, está bien". Zelretch suspiró, y luego se encontró con los ojos de su nieto mientras continuaba. "El antiguo desgraciado está en un mundo diferente, por lo que tendrás que viajar allí a través del Caleidoscopio y eliminar el lanzador para siempre para cerrar los casos de asesinato por completo".

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"... ¿Perdón?"

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