¿Cuántas veces has querido hacer algo, pero el miedo te impide moverte?
I
—¿Cómo te has sentido últimamente, Selena? —Preguntó la doctora mientras esperaba que emitiera una palabra para anotarla en su libreta.
Lo cierto es que ese día no tenía ganas de hablar, solamente estaba existiendo y no había nada interesante que contarle.
—¿Has tomado tus antidepresivos? —Siguió cuestionando.
Tenía dos meses tomando antidepresivos; después de que salí del psiquiátrico las cosas se tornaron un tanto oscuras, me habían dado de alta porque según el diagnóstico ya podía incorporarme en la sociedad y retomar mi vida, pero no fue así; seguía viendo el mundo de la misma forma.
—¿Me estas escuchando? —Preguntó con voz suave la Doc., soltando lentamente el bolígrafo.
—Sí, la escuché. —Pronuncié estirándome en el asiento. —No hay mucho que contar, Doc.
—Puedes empezar de a poco, no te estoy presionando, pero es importante para mí registrar tu proceso.
—No hay avances doctora Murray; lo siento.
Cuando recibes terapia, algunas veces sientes miedo de hablar porque crees que debes presentar algún tipo de avance para que tu doctor no piense que está perdiendo el tiempo contigo, pero a decir verdad ellos no piensan eso, después de todo es su trabajo.
II
Pensamientos de madrugada.
Los odiaba, se traducían a insomnios y era hostil cargar con eso a diario.
No quería ir a la escuela, tenía ansiedad social y eso me hacía pensar cosas irracionales, dolorosas, hasta cierto punto traumáticas.
Mis manos temblaban cada vez que pensaba en lo que depararía el resto del día, me asustaba no ser notada, no encajar incluso con mis amistades; algunos te dicen que no tenemos la necesidad de encajar, que debemos ser nosotros, aunque eso nos cueste las personas que tenemos al lado.
No es tan fácil hacerlo; es doloroso sentir que eres un bicho raro que no sabe que decir cuando hay conversaciones grupales, es doloroso reír falsamente y que te duelan las comisuras de la boca por fingir tanto tiempo, hacer eso no quiere decir que seas un cobarde incapaz de luchar, significa que necesitas ayuda con urgencia, porque esos pensamientos crecen como espuma y no te dejan nada bueno.
Había pasado casi tres años sintiéndome miserable, pero los últimos dos por poco acababan conmigo, dos intentos de suicidio que fracasaron porque el amor de mi madre llegó en el momento correcto.
Tuve pensamientos que quizá hayas leído en alguna parte como; "nunca serás suficiente" la sociedad me hizo sentir que eso era cierto, puesto que no importaba cuanto me esforzara al final siempre necesitaba más para cumplir con las expectativas.
III
—Gracias Selena. —Dijo mi terapeuta. La miré de reojo y levanté una ceja.
—¿Por qué me agradece?
—¿Sabes en que mes estamos? —Preguntó.
—septiembre. —Respondí secamente.
—Gracias por quedarte.
No lograba entender a la doctora, ¿Qué relación tenia estar viva con el mes de septiembre?
—No lo sabes, ¿verdad? —Mencionó con la mirada dulce.
—Doc. no la estoy entendiendo, podría ser más clara.
Ella sonrió levemente. —septiembre es el mes dedicado a la prevención del suicidio y el hecho de que tu estés aquí representa que hay esperanza para otros jóvenes que como tú se han sentido solos o tristes alguna vez en su vida. Por consecuencia me siento honrada de poder ser tu terapeuta y amiga.
Las lágrimas comenzaron a salir de mis ojos sin poder ser capaz de detenerlas, en ese momento me di cuenta de lo valiente que era, de lo fuerte que había sido hasta ese momento, porque estaba respirando, estaba en la oficina de una doctora buscando ayuda para salir adelante, porque no me estaba rindiendo, porque lo estaba intentando una vez más.
Querido lector.
"Gracias por quedarte".
Retomo esa frase que abordamos en el apartado porque considero que tiene un nivel de gratitud impresionante. No sé cuándo me leerás, día, noche, tarde, la hora no es relevante, pero lo que viene a continuación si lo es.
Mírate.
Mírate en verdad, eres un ser de luz que sigue alumbrando la oscuridad de este mundo, me es imposible no admirarte, me es imposible no decirte lo feliz que me siento de que sigas con vida.
Sé que no ha sido fácil para ti, que, por muchas noches, el dolor era tan grande que deseabas perderte en él y no volver a ver la luz del siguiente día, sé que has llorado, que personas se han ido de tu vida para siempre y eso ha dejado estragos en tu corazón, no voy a minimizar tu dolor, al contrario, voy a admirar tu valentía, eres mi héroe, eres mi heroína.
Este mes de septiembre te animo a ser más empático con los que te rodean, a ser más sensible con las emociones de los demás, a pensar mejor tus palabras antes de decirlas, porque para ti puede que no tengan algún significado, pero para alguien que está sufriendo en silencio puede ser el detonante para decidir marcharse.
Luchemos día con día por construir un mundo con menos egoísmo, con menos envidia, con más amor, con más solidaridad, después de todo estamos aquí por un breve instante, considero que vale la pena alumbrar el camino de otros cuando nos sea posible hacerlo.
A ti que decidiste quedarte, te mando un enorme abrazo, el mundo SÍ es un mejor lugar contigo habitándolo, no solamente lo creo yo, estoy segura de que tu mamá siempre le pide a Dios que te cuide, que te bendiga y que te de sabiduría para que alcances todos tus sueños.
Sé que hay niños en tu familia que te admiran y quieren ser como tú, sé que hay amigos que se sienten orgullosos de ti; aunque no te lo digan todos los días, sé que hay una persona que ni siquiera conoces, pero que celebra tus pequeños logros en silencio.
No te rindas, ahora falta menos que ayer para lograr ese sueño que tanto anhelas.