Rompiendo Tradiciones y Maldiciones (La tercera generación en 1996)

Mireia Samantha Weasley Moldovan

Una encapuchada se levanto de la mesa futurista llamando la atención de todos, una vez arriba de la tarima se quito la capucha dejando a la vista una bella castaña oscura con ojos azules.

- Hola mundo mágico del 90...

-¿Eres una Weasley?- Pregunto un Slytherin impactado, la chica frente a ellos no se parecia a uno.

- Si soy una Weasley y te pediria que no me interumpieras.- Dijo seria.- Como decia mi nombre es Mireia, Mireia Samantha Weasley Moldovan, hija de Charlie y Samantha Weasley y la hermana pequeña de aquel tarado de ahi.- Dijo lo ultimo apuntando a su hermano.

- ¡Oye!

- ¿Moldovan? No conozco a nadie que se apellide asi.- Dijo Charlie confindido.

- Mama hermosa, ¿podrias levantar la mano para que papa y la familia te conoza?- Dicho eso una chica muy parecida a la que estaba precentandoce levanto la mano.- Ella es Samantha Moldovan, teoricamente os conocias en dos años, de hecho pondre el recuerdo de como os conoceis. Recuerdo Revelio.

Recuerdo:

Samantha Moldovan caminaba tranquilamente por las calles de Rumanía, sumergida en la lectura de un libro sobre dragones. Las calles adoquinadas resonaban bajo sus pies, y el aire fresco de la tarde acariciaba su rostro. De repente, al doblar una esquina, se encontró frente a un dragón descontrolado en un callejón estrecho. La criatura, visiblemente agitada, emitía gruñidos y resoplidos de humo, causando pánico entre los transeúntes que rápidamente huían del lugar.

En lugar de sentir miedo, Samantha sintió una oleada de curiosidad y empatía hacia el dragón. Cerró su libro con cuidado y, con pasos lentos pero decididos, se acercó a la criatura. Sus ojos se fijaron en los del dragón, y comenzó a hablar en un idioma antiguo y melodioso, que solo unos pocos conocían: el lenguaje de los dragones.

"Calmă-te, prieten mare," susurró Samantha con voz suave y tranquilizadora. "Nu sunt aici să-ți fac rău. Spune-mi ce te-a speriat."

El dragón inclinó ligeramente la cabeza, aparentemente sorprendido por las palabras de Samantha. Poco a poco, su respiración se hizo más regular, y el fuego en sus ojos se apagó.

Mientras esto ocurría, un hombre pelirrojo apareció en el otro extremo del callejón, observando con asombro la escena que se desarrollaba. Charlie Weasley, un experto en dragones, había sido alertado del incidente y había corrido hacia el lugar. Sin embargo, al ver a Samantha y la calma que había logrado instaurar, se detuvo en seco, impresionado.

Samantha continuó hablando con el dragón, acariciando suavemente su escamosa nariz. "Ești în siguranță acum. Nimeni nu te va răni."

El dragón, ahora completamente tranquilo, se echó sobre sus patas delanteras, permitiendo que Samantha se acercara aún más. Fue entonces cuando Charlie se decidió a intervenir.

"¡Eso fue increíble!", exclamó, acercándose lentamente para no asustar a la criatura ni a Samantha. "¿Cómo lograste calmarlo así?"

Samantha se giró, encontrándose con los ojos azules de Charlie. "Conozco el idioma de los dragones", explicó con una sonrisa. "Y parece que este grandote solo necesitaba a alguien que lo entendiera."

Charlie sonrió, fascinado. "Soy Charlie Weasley. Trabajo con dragones aquí en Rumanía."

"Samantha Moldovan", respondió ella, extendiendo su mano. "Soy una apasionada de los dragones y, como puedes ver, no solo en teoría."

A partir de ese encuentro fortuito, Charlie y Samantha comenzaron a conocerse más, compartiendo su pasión por los dragones y descubriendo una profunda conexión. Durante los siguientes dos años, su amistad se fue fortaleciendo, y lo que comenzó como una fascinación compartida por las criaturas mágicas se transformó en algo mucho más profundo y significativo.

Fin Recuedo:

- Y bueno asi se conocen teóricamente.- Dijo con una sonrisa Mireia.

- ¿Te gustan los dragones?- Pregunto Charlie a Samantha.

- Me encantan, veterinaria magica, me encanta tractar a los dragones, son criaturas magicas.- Dijo sonrojada y desviando la mirada, algo que a Charlie le parecio tierno.

- Si mis padres acabaron ya....-Empezo a decir.- Mi nombre ya los saben, mis padres tambien, tengo 24 años y en Hogwarts fui una valiente leona,donde fui conocida como la princesa de los dragones, no jugue a quiddicht, sorry papa te falle.- Dijo con un puchero actuando dramáticamente causando la risa de mas de uno.

- No te preocupes hija, continua.- Dijo sonriente.

- Apesar de eso me encoanta volar en dragon, algo que Arthur no dijo es que en casa tenemos a dos dragones de mascota, hijos de Norberta, King y Queen..¿que mas?....¿preguntas?- señalo a un chico de la mesa de Griffindor.

- ¿Tienes novio hermosa?- pregunto coqueto. La familia Weasley iba a intervenir pero Mireia fue mas rapida.

- No, no tengo pero no saldria con alguien que me lleva mas de 20 años.- Dijo asqueada.- Tranquilos familia nadie a logrado cautivar a esta Weasley, aun.-Dijo sonriendole a su papa he tios.-¿Tia?

- ¿Tus notas?- Pregunto y su sobrina se soprendio-¿Que?

- Nada....solo que estaba segura que eso me lo preguntaria tio Percy o Mama.- Dijo nomas.- Fui una estudiante ejemplar como mis hermano, llegue a ser Prefecta y Premio Anual.- Su familia aplaudio orgullosa.- Y antes de que se me olvide, mi patronus es una sirena y mi boggartt es estar sola. Aunque se que eso nunca pasara. ¡SIGUES PRIMO!