EN MIS SUEÑOS

3-CALOR

Yue Yang se tapó la boca para evitar hacer algún ruido, y se agachó haciéndose lo más pequeño posible entre la oscuridad.

—Disculpe, sólo buscaba un libro—dijo el Alfa caminando hacia Yu Ziyuan con total tranquilidad—. No pretendía causar molestia alguna.

—Señor Gao Ayanga—suspiró la mujer—. Perdóneme usted, debí saber que estaría aquí.  ¿Qué  le pareció la biblioteca?

—Esta perfectamente equilibrada. Tienen muchos libros con diferentes temas, me dan curiosidad varios de ellos

—Si desea alguno que no esté aquí, siéntase libre de pedirlo y haré que se lo traigan. ,

—Por ahora no es necesario, gracias —se inclinó el Alfa—. Sólo estaré aquí unos meses y me iré, con los que tiene la biblioteca es suficiente. Pero mañana continuaré paseando por el internado para saber si necesita alguna mejora.

Yu Ziyuan asintió y se despidió para después irse caminando tan suave que sus pasos eran a penas escuchados.

El Alfa suspiró y se aproximó al menor, agachándose frente a él.

—Ya se fué. ¿puede levantarse?—acomodo uno de sus mechones hacia atrás

—Estoy bien...—desvió la mirada

¿En qué carajos estaba pensando?

¿Un Alfa descarado se le aparece y él se dejaba tomar?

¿Y si terminaba con un cachorro?

—Aun sigues sonrojado —susurró el mayor a su oído y pasó la punta de su nariz por el cuello del Omega—. Tu aroma es delicioso...—mostró los colmillos

"¡Te marcará!"

Yue Yang dió un respingo al haber escuchado por primera vez a su lobo, pero aunque quiso alejarse del Alfa sus piernas no le respondían.

—¡Espera! —lo empujó notando los colmillos del más alto—. Esto está mal...ni siquiera nos conocemos...¡¿A caso pensaba marcarme?!

Gao pestañeó sorprendido y se llevó la mano a la boca, tocando sus colmillos.

—Lo lamento, no me di cuenta —desvió la mirada

—Debo irme...la señora Yu Ziyuan tal vez este revisando las habitaciones...—intentó levantarse pero sus piernas parecían las de un siervo recién nacido

—Puede lastimarse —lo sostuvo con fuerza de la cintura y lo pego a su pecho—. Su cuerpo aún está débil por su celo...

Yue Yang lo miró atónito.

—¿Cómo...?

—Puedo sentir las feromonas...—acarició su cuello sacándole un jadeo—y tu cuerpo está tan caliente...

El mayor besó su cuello despacio.

Yue Yang cerró los ojos y se mordió el labio inferior. Era la primera vez que alguien se atrevia a tocarlo y el Alfa lo estaba seduciendo, haciéndole perder el sentido.

—Ah...—reaccionó al sentir que bajaba hasta uno de  sus pezones y lo lamia antes de empezar a chuparlo—espe...ahhh...

Ayanga lo sostenía con fuerza mientras el menor arqueaba su espalda derritiéndose entre sus brazos solo suspirando y dándole la facilidad de seguir.

—Estas muy caliente...—murmuró metiendo su mano dentro del pantalón de pijama del menor y bajo su mano despacio hasta acariciar su trasero

—Espera...—apretó sus hombros