─🐾❟𝟎𝟏𝟓

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Después de como la doceava lamida, Seokjin ya había perdido la cuenta de cuantas veces soltaba un gruñido al ver que continuaba saliendo sangre de la herida, a pesar de sus intentos por detenerla

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Después de como la doceava lamida, Seokjin ya había perdido la cuenta de cuantas veces soltaba un gruñido al ver que continuaba saliendo sangre de la herida, a pesar de sus intentos por detenerla. Pero, al fin, luego de todo ese proceso, la herida se veía mucho mejor que antes y ya no salía nada de ella, así que el pequeño, orgulloso de su trabajo, dejó un último beso sobre esta antes de intentar levantar su cabeza, pero no contaba con que la mano del mayor que descansaba sobre sus cabellos le impidiera hacerlo.

— ¿Meow?

— Quieto ahí. ¿Si, bebé? — La voz ronca de Namjoon, tan suave y raspada a la vez estremeció al felino. Jin conocía muy bien en qué momento se ponía de esa forma. Con esa actitud dominante, esa manera de expresarse como si fuera una orden, pero a la vez con la sutileza suficiente para que el minino no se sintiera asustado. Sí, el pelinegro solo se ponía así cuando jugaban juntos.

Sin necesidad de decir más, Namjoon bajó su mano libre hasta sus pantalones, desabrochando el botón de este y luego bajando su cremallera, alzando sus caderas, aunque su herida aún se encontraba resentida y le causaba un pequeño dolor, eso no le podía importar menos, necesitaba lograr deslizar su pantalón y su ropa interior lo suficiente como para que su miembro saliera fuera de este, dejándose ver, erguido por completo, con un pequeño brillo por las primeras gotas de líquido pre seminal que escapaban desde la punta.

Seokjin, aún con el rostro inclinada hacia abajo, subió su mirada para observar al mayor, encontrándose con este mordiendo su labio, apoyando su espalda justo en la pared donde el gatito antes había estado acurrucado y tras regalarle una mirada, suspiró, llevando su propia mano sobre su miembro, tomándolo por la base y empezando a masturbarse, de arriba a abajo, con movimientos lentos.

— Nam.

— Amor, quiero que lo chupes.

Después de esas palabras, Jin llevó su mirada hasta el largo miembro casi al lado de su rostro. Volviendo a confirmar que era eso lo que el moreno quería, obedeció, permitiendo que Namjoon guiara la longitud hasta su boca y entonces pasó la punta de su lengua sobre esta, causando que todo el cuerpo del mayor se estremeciera debido a semejante espasmo.— Oh, mierda.

El pequeño al instante subió la mirada, sin estar seguro de si eso era bueno o malo, pero al encontrarse con el mayor inclinado hacia atrás y sus labios entre abiertos, Jin relamió los suyos, apartando la mano de Namjoon de su pene para ahora ser él quien lo sostuviera, con mucho cuidado de no apretarlo muy fuerte.

El minino meneó sus orejas justo antes de volver a pasar su lengua por el largo, examinando el sabor. Le gustaba, le agradaba tener el control, aunque sea por una vez, y podía acostumbrarse a esa amarga y agradable sensación cuando su lengua pasaba por la piel del miembro, definitivamente el doble de grande que el suyo, o tal vez más.

El felino entonces se concentró en su tarea, volviendo a pasar su lengua por esta, ya más repetidas veces, repartiendo besos y largas lamidas en todos los lugares que su lengua podía, sintiendo aún la mano del pelinegro sobre sus lacios, acariciándolo, pasando por detrás de sus orejitas. Entonces Seokjin supo que estaba haciéndolo bien.

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