Besar a Zefer fue mejor de lo que Suguru jamás podría imaginar, porque recordar cada segundo de ese momento fue todo lo que pudo hacer cuando llego a su casa y se acostó en la cama. El mundo giro y él solo vio ojos de violaceos. Pero todo se detuvo en el momento en que un pensamiento cruzo por su mente ¿Qué pasaría si no fueran a la misma universidad? ¿Podrían ser una pareja de verano?
Definitivamente eso no era algo en lo que Suguru quisiera pensar en ese momento.
Luego, enojado, chasqueo la lengua en el paladar y busco la guitarra. Si irían o no a la misma universidad era un problema para el futuro Suguru. El Suguru de ahora solo se preocuparía por disfrutar cada minuto con Zefer Chō.
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El día de la graduación amaneció soleado y sin nubes, lo que presagiaba un hermoso día en la mente de Suguru ¿Haría alguna diferencia si solo usara ropa interior debajo de la bata? ¿Alguien se daría cuenta? Temiendo que la gente se diera cuenta, decidió ponerse jeans y una camisa vieja y descolorida de Metallica y salió de casa con su ropa de graduación en su mochila.
Cuando llego a la escuela, todos los de tercer año estaban reunidos cerca del gimnasio donde se llevaría a cabo la ceremonia. Las chicas tenían tanto maquillaje en sus rostros que no pudo reconocer a casi ninguna de ellas, a excepción de su chica, también conocida como Chō Zefer, quien aun lucia natural. Estaba al lado de Shoko y Nanami, charlando animadamente con ambos; lo que hizo que Suguru se preguntara si debería interrumpirlos. Decidió no hacer nada, solo saludar desde lejos cuando sus ojos buscaron los suyos.
Fue en busca de Satoru y lo vio con algunos chicos del equipo de baloncesto, y en ese momento Suguru tuvo que reprimir un reflujo para no vomitar - por lo que llego a la conclusión de que debía unirse a Haibara Yu, quien estaba sentado solo en un banco algo apartado de los demás, estaba completamente vestido con su toga y birrete y fumaba un cigarrillo de paja.
⠀─⠀Oye, Yu.⠀─⠀lo saludo y el de ojos marrones solo asintió, terminando de inhalar su cigarrillo.
⠀─⠀¿Cuál es?⠀─⠀pregunto, el humo escapaba de sus labios.
Suguru se sentó a su lado y ambos guardaron silencio. Yu termino su cigarrillo y tiro el resto a la basura junto al banco. Suguru hizo una mueca haciendo un leve movimiento para decirle quien era su novia.
⠀─⠀Zefer Chō, eh.⠀─⠀dijo Haibara y soltó una risa nasal.⠀─⠀nunca imagine que seria posible.
⠀─⠀Yo tampoco...⠀─⠀tuvo que estar de acuerdo.⠀─⠀creo que podemos resolverlo.
⠀─⠀Hasta que ustedes dos hagan una linda pareja.⠀─⠀y le dio un codazo en el brazo a su amigo. Suguru se rio y sus mejillas se volvieron de un tono rosado muy tenue.⠀─⠀¿Has escuchado las nuevas canciones de SOAD?⠀─⠀pregunto cambiando de tema.
⠀─⠀Hermano, no lo vi.⠀─⠀respondió, y vio al castaño sacar su celular del bolsillo.⠀─⠀¡No sabia que estaban fuera del receso!
⠀─⠀Maldita sea, te lo estas perdiendo.⠀─⠀comento Yu fingiendo estar decepcionado.
Haibara estaba a punto de tocar la canción protect the land cuando la voz del director le dijo a todos los estudiantes que aun no se habían puesto la bata que lo hicieran rápido porque ya casi era hora de que entraran los graduados. Yu volvió a guardar de mala gana su teléfono en el bolsillo debajo de su bata y Suguru se levanto.
⠀─⠀Voy a ponerme este ridículo vestido.
Yu asintió, viéndolo irse.
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Cuando todos los futuros alumnos estuvieron debidamente sentados en las sillas designadas para los graduados, Suguru busco a Zefer. Esperaba que ella viera su primera actuación desde la primera fila. Suspiro aliviado cuando lo encontró al lado de Shoko, la saludo y ella solo le devolvió el saludo con una sonrisa,
Poco a poco los presentes fueron llamados, uno a uno, por sus nombres completos. La cosa al parecer iría lenta, pues desconocía cuantos estudiantes habría antes de la letra G, lo bueno de todo es que su hermosa novia era la letra C, por lo tanto vería su debut primero. Soltó una risa nasal y se hundió en la silla con los brazos cruzados, al fin y al cabo, ella tardaría un poquito más.
Cuando llego el turno de Zefer, el chico tuvo que contenerse para no salir corriendo, abrazarla y tomar sus labios en un beso digno de cine. La idea le resulto tentadora, pero se dio cuenta casi de inmediato de que no era ni el momento ni el lugar para hacerlo. Aunque... quedaría marcado en la historia. Tendrían fotografías para mostrárselas a sus nietos de cuando su abuelo era un delincuente.
Volviendo a la realidad, Suguru solo vio a la Chō caminar - casi flotando, de hecho - hacia el director y tomar la pajita para tomar algunas fotos. Ay, que hermosa era pensó, luego decidió expresar el pensamiento, gritando fuerte para que todos escucharan lo hermosa que era. Zefer se sonrojo como el pequeño tomate que era y fingió que no pasaba nada.
Sin previo aviso, su corazon comenzó a acelerarse. Él realmente, realmente quería besarla ¿Puedes esperar un poco mas, Suguru? se pregunto mentalmente.
Cuando finalmente llego su turno, el dueño del cabello mas oscuro entre los graduados se inclino para alcanzar su mochila y recuperar las gafas de sol que siempre llevaba dentro. El director tuvo que llamarlo por segunda vez hasta que tuvo tiempo de ponerse el objeto en la cara. Sin embargo, Suguru parecía estar en su pequeño mundo, moviéndose a la velocidad que quería; después de todo, seria su momento.
Durante el viaje se comporto exactamente como era; Geto Suguru, el huracán. Antes de subir los pequeños escalones hacia el director, recogió su gorra y la arrojo, levantando las manos en alto con los dedos medios claramente visibles. Los destellos lo golpearon rápidamente, pero a Suguru no le importo y el director estaba a punto de jalarle de las orejas.
Prácticamente le arrebato la pajita de las manos al canoso y bajo las escaleras opuestas.
⠀─⠀¡Esto es para aquellos que pensaron que no me iba a graduar!⠀─⠀grito para que los profesores, e incluso el director, pudieran oírlo. Una vez mas mostro a todos el dedo de en medio y decidió tirar sus gafas entre los graduados para quien quisiera atraparlas.⠀─⠀¡Que se jodan!
Con la sonrisa mas grande que tenia, Suguru regreso a su asiento.
Zefer, observando todo desde lejos, tenia el rostro muy rojo, lo que contrastaba con su sonrisa tan sincera.
