No salieron el día de la graduación porque Zefer había planeado una cena familiar para esa noche y la verdad era que Suguru aun no era parte de ella. Aun asi, grabo esa pequeña palabra en su mente ansioso. Por lo tanto, todavía usando el vestido sin la gorra, porque no había podido encontrarlo después de lo lindo que había hecho, él y Satoru fueron a la mejor pizzería de la ciudad para celebrar.
A partir de ese día, las universidades recibirían propuestas de matricula y tendrían dos meses para evaluar los horarios escolares y sus respectivas calificaciones y asi decidir que estudiantes aceptarían para el próximo año. Si pudiera, Suguru pasaría todo el tiempo con los dedos cruzados para asegurarse de ingresar a la misma institución que Zefer.
¿Quieres salir mas tarde? decía el mensaje que Zefer le había enviado vía SMS. Por supuesto respondió con el corazon acelerado, pase lo que pase, tenia muchas esperanzas de que todo saldría bien.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Y fue con mucha motivación, tsunamis de nuevas sensaciones, sonrisas genuinas, buenas conversaciones y carcajadas que siguieron los siguientes días. No podían olvidar los innumerables besos ¡Oh, esos besos! Maldita sea, esos besos que hacían que a Suguru se le pusiera dura de solo pensarlo - las manos tontas y los rasguños que Zefer le daba en la nuca cuando las cosas empezaban a calentarse.
Intentaron reunirse al menos tres veces por semana para matar sus sentimientos, incluso si no tenían suficiente tiempo para hacerlo, y besarse en el Central park. Se sentía ligero cuando estaba con su chica y, en su presencia, pensaba que podía alcanzar las estrellas si quería con solo estirar las manos. Porque ella saco lo mejor de Geto Suguru, las cosas que él pensaba que no existían.
Una noche, mientras intercambiaban varios SMS, ella le escribió:
Me siento comoda contigo incluso cuando estamos lejos, como ahora...
Una sonrisa apareció sin previo aviso y Suguru comenzó a escribir una linda respuesta, hasta que llego otro mensaje:
Tal vez podríamos ser algo mas...
Vaya, pensó con la boca abierta y las cejas arqueadas. Bueno, Zefer Chō era una caja de sorpresas. Podríamos, definitivamente podríamos, escribió en respuesta y lo vio. Sin embargo, un mal presentimiento hizo que su corazon diera un vuelco. Aunque se gustaban muchos, todavía existía una pequeña posibilidad de que no fueran a las mismas universidades, especialmente con el terrible historial de Geto, no en términos de calificaciones, sino en términos de suspensión y casi expulsiones.
Suguru temía que pasara demasiado en su curriculum. Quizas ninguna de las universidades lo aceptaría y necesitaba decirle eso a la Chō, asi que escribió todo lo que pensaba en unas pocas líneas. No paso mucho para que su respuesta vibrara en su teléfono celular.
