BSD -Soukoku-

[ 8 ]

One-Shot 

Las hojas se sacudían al compás del viento, algunas se desprendían y terminaban viajando junto a el hasta caer con suavidad al suelo.

El cielo estaba teñido de un gris que daba la sensación de que llovería en cualquier momento. La gente traía consigo un paraguas concientes de la lluvia que se aproximaba, estaban abrigados de pies a cabezas por aquel frío al que Yokohama se sometía ese año.

Un suspiro salió de sus rosados labios, odiaba el invierno.

Junto sus manos enguantadas y soplo entre ellas intentando calentarlas, su cabello se movía junto al viento y sus orejas se congelaban por ello, el sombrero que usaba no era apto para climas fríos como ese.

—Chibi~

Se tenso al escuchar aquel odioso apodo, solo una persona le decía así, ¿Por qué tenía que aparecer justamente él? Como odiaba el invierno.

Volteo a ver al castaño que le sonreía como un niño pequeño al que le habían obsequiado dulces.

—Tsk, desperdicio de vendas. —Saludo, a su manera, entre dientes.

El más alto sonrió aún más y se le acercó con la intención de abrazarlo.

Pero Chuuya lo golpeó en el estómago antes de siquiera poder tocarlo.

Dazai soltó un quejido sin dejar de sonreír, de hecho parecía que sus ojos tenían un pequeño brillo.

—Chibi, ¿Por qué eres tan malo conmigo? —Pregunto haciendo un puchero.

Chuuya lo miro con asco y se dió vuelta retomando su caminata, ignorando completamente la presencia del otro.

El castaño sonríe divertido por el comportamiento del pelirrojo, adoraba fastidiarlo. Se acercó rápidamente a él para saltar sobre su espalda y abrazarlo, lo apretujo entre sus brazos.

El mayor se tenso ante el agarre, pero rápidamente se recompuso e intento darle un codazo.

Dazai, que ya presentía el golpe, se apartó y se coloco frente a él solo para cargarlo como un costal de papas. Chuuya se sorprendió, pero eso me le impido lanzar patadas al aire y golpear su espalda con fuerza exigiendo que lo soltara.

La gente a su alrededor los miraba extrañados, una abuela que pasaba por alli concluyó que ese era el "comportamiento de los jóvenes de ahora".

—Sueltame ya! Maldito bastardo —Dejo de patalear y golpearlo y se dedicó a mirar con vergüenza a las personas que los miraban— Mierda, deja de actuar como imbecil y bajame —Frunciendo el ceño sintió como sus mejillas se calentaban— Dios, todos nos están viendo, que pena.

Dazai soltó una carcajada que sonaba bastante alegre. Eso desconcertó al ejecutivo, ¿Qué tenía de divertido el ser observado en una situación tan vergonzosa?

Dejo de reír para acomodar a Chuuya al estilo nupcial, el recién nombrado no entendía el por qué del cambio.

El detective lo miro con un brillo en los ojos, un brillo que Chuuya hace mucho no veía en aquellas orbes marrones. Tragó saliva sintiéndose extrañamente nervioso por esa mirada.

—¿Q-Que miras, idiota?

¿Por qué carajos estoy tartamudeando?

—¿Acaso estás nervioso, Chuuya~? —Este se acercó con lentitud a su rostro, le encantaba que sus mejillas se colorearan de ese tono rojizo, lo hacía ver adorable.

—¿Yo?¿Nervioso? —Rueda sus ojos fastidiado— No me hagas reír.

Dazai solo puede reír alegremente, adoraba molestar a su pequeño pelirrojo. Como su ceño se fruncia ante la más mínima provocación y arrugaba su nariz molesto.

—Solo bromeo, Chibiko.

El menor baja a Chuuya de sus brazos, esté lo mira un poco confundido y mientras que él solo le sonríe cerrando sus ojos, toma con delicadeza su mano enguantada y entrelaza sus manos. 

Chuuya abrió sus ojos con sorpresa, sus mejillas estaban mucho más rojas que antes y sus labios se separaron levemente. La imagen que sus brillantes ojos azules veían era tan perfecta, tan...

Única

Las hojas caían sobre aquel revoltoso cabello marrón, el viento solo empeoraba aquel desorden. Las mejillas de Dazai rosas por el frío y aquella sonrisa que solo él recibía de esos delgados labios, hacían a su corazón latir demasiado rápido.

—¿Quieres ir conmigo por chocolate caliente, Chuuya? —Acaricio con su dedo pulgar la mano del más bajo.

Sus ojos volvieron a encontrarse, y el pelirrojo solo pudo sentirse amado.

Tragó saliva y asintió con la cabeza dejándose guiar por el más alto.

Caminaron de la mano juntándose cada vez más bajo la tonta excusa de tener frío. Ya en la cafetería sentados junto a la calefacción, con el chocolate caliente entre sus manos, Chuuya solo pudo pensar que el invierno no era tan malo como pensaba.

No era tan malo cuando estaba acompañado.

One-Shot cortito que no me convence mucho, pero bueno, aquí está.

Me disculpo si hay algunas faltas ortográficas .

Bueno, Chao, nos vemos <33

-Blue.