¿Más Problemas? - Cap. 4

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  Martes, jodido martes.

—¡Gwen!

—¿Robin? —alza las cejas.

—Gwen, por favor, necesito tu ayuda...

—¿Mi... ayuda?

—... Pero primero déjame explicarte todo, por favor, por favor, por favor.

  Gwen hace una mueca y suspira, relajándose un poco.

—Está bien. Te escucho.

—Escucha, esa noche... Donna me besó a mí, yo no... Yo no fui —Gwen abre la boca para hablar, pero él la interrumpe —Sé que ella te gusta... —sus labios quedan entreabiertos.

—Cierra la boca, eso no...

—Sí. Es así, no lo niegues —se acerca a ella —Lo siento, Gweny. Juro que lo último que quiero es herirte a ti y, en especial, a tu hermano... —se muerde el interior de la mejilla —Quiero solucionar las cosas con él... Es mi vida.

  Duda un momento, pero luego sonríe suavemente y lo abraza.

—Está bien, Robin, te creo, y me voy a permitir perdonarte —se separa de él —¿Con qué necesitas mi ayuda?

(...)

  Finney y Gwen caminan para su casa, los dos callados, sin hablar de nada, ya habían terminado las clases.

—Está arrepentido —suelta de la nada la castaña, confundiendo a su hermano.

—¿Qué dijiste?

—Él está arrepentido —repite.

—Gwen, ¿de qué hablas?

—Robin. Hablo de Robin. Él está arrepentido, te ama y quiere que lo perdones.

—Gwen, ya habl...

—Él no miente cuando dice que solamente te ama a ti y a nadie más, y que solamente quiere estar contigo -interrumpe.

—Gwen, no quiero hablar de eso...

—Tienes.

—¡No quiero! —se queja.

—Oh, genial —habla sarcásticamente —Intento hablar de buena manera con mi hermano y él me grita. Es el colmo —. Bufa.

—Contigo no se puede hablar —dice molesto.

—¡Contigo no se puede hablar!

  Robin se acerca a ellos corriendo.

—¿Robin? —confundida, retrocede.

—Gwen, Finn, acá están. No sé qué hacer

—¿Qué hacer con qué? —pregunta Gwen.

  Finney se gira, no quiere verlo a los ojos, aún está muy molesto y triste.

—¡Robin!

—Qué molesta —susurra el castaño mientras gira su cabeza para mirar a Donna.

—Robin, bebé, ¿por qué te alejas de mí? Las novias no se dejan a pie —Gwen levanta una ceja.

—¡Déjame en paz! —le grita con irritación —¡No somos nada, maldita sea! —se contiene para no reaccionar con golpes.

—Por favor, los presentes acá sabemos que mientes.

—Cierra la boca, estúpida.

—Tú no te metas, Blake —sus ojos se cruzan y Gwen contiene la respiración un momento.

  Finney, molesto por el apodo hacia su hermana, da un paso adelante y la mira. Donna se estremece ante la mirada extremadamente fría y seria del castaño.

—¿Por qué no paras?

—¿Por qué no paro? ¿Qué es esa pregunta, Rob? —lo mira —Vamos, dile a Finney que en realidad no lo quieres y que estás conmigo... —sus palabras se cortan y pasan unos segundos antes de que sus ojos se llenen de lágrimas.

—Aprende a cerrar la puta boca, o puedo golpearte otra vez, y más fuerte —Gwen y Robin lo miran estupefactos —Eso pensé. Él y yo cumplimos 10 meses juntos este jueves. Tú no tienes nada, envidiosa de mierda. Solo estorbas. ¿Por qué Robin estaría conmigo? —pregunta.

  Robin se aclara la garganta.

—Clarke, te quise, pero has cambiado exageradamente. Te volviste una persona egoísta y envidiosa. Muy complicada y molesta —niega con la cabeza, con el ceño fruncido —Soy gay. Y tengo novio.

  Finney siente su corazón latir con fuerza al escucharlo, pero la frustración es más fuerte y lo consumen, no puede evitar salir corriendo hacia su casa. Robin no se queda atrás, corre tras él al verle.

—Espero que eso haya quedado muy claro, ¿oíste? —enojada, Gwen gira sobre sus talones y sigue a los otros dos muchachos.

  Donna queda ahí, tirada, y sintiendo un poco de culpa y arrepentimiento.

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Un Romance Complicado - RinneyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora