𝗖𝗼𝗻𝘁𝗿𝗮𝗰𝘁; 𝘛𝘰𝘮 𝘒𝘢𝘶𝘭𝘪𝘵𝘻 +¹⁸

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ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴅɪᴇᴄɪsᴇ́ɪs | unexpected return
CONTRACT

TOM'S POV

—Buenos días Rosse.

Se sobresaltó dejando caer los papeles que tenía en la mano, se dio vuelta para verme, e inmediatamente sus ojos hicieron contacto directo con los míos. Lo notaba en su rostro, tenía un brillo especial, como si algo que la opacaba se hubiera ido. Ohh cierto, ahora puedo decir que es toda una mujer, mejor dicho, mi... mujer.

Sus ojos demasiado abiertos, y una de sus manos sobre su pecho, me indicaban que la había asustado más de la cuenta. Mientras el silencio nos envolvía, podía escuchar apenas los latidos de su corazón demasiado acelerados, mis ojos viajan por su cuerpo cubierto por una toalla de baño. Me encantaría quitarle ahora mismo ese trozo de tela, y dejarla sin nada, para poder admirar ese lindo cuerpo del que disfrute anoche. Gracias a la luz del sol puedo ver más a detalle la marca que deje en su cuello, aún tiene un leve color rojizo. Debería curarle esa herida. Observo las apenas visibles marcas que dejó las esposas que use con ella, ahora que lo medito bien, creo que, para ser su primera vez, lo hizo demasiado bien.

Me encantó disfrutar de ella, haber sido el primero. Camino unos pasos más, inclinándome para que mi rostro quedara a escasos centímetros del suyo, quiero que me dé los buenos días con esos delicados labios que me encantan.

—Co-como lo-lo siento, ahora mismo recojo todo -Intentó disculparse por el regadero de documentos, pero lo que menos me interesaba era eso. Tomo su brazo para evitar que se agachara. Mi dedo índice y pulgar toman su barbilla para acercar su boca a la mía.

Nuestros labios se unen, en un movimiento bastante tranquilo, disfruto mucho sus besos, presionarla.

—Me encantó haber sido el primero en profanar este hermoso cuerpecito -Mis manos se instalan en el borde de la toalla, jalándola lentamente. Tragó duro intentando desviar la mirada.- No desvíes la mirada, detesto que hagas eso. Quiero que me mires -uno de mis brazos rodea su cintura para atraerla más a mí -. ¿Qué dices... te gustaría repetir lo de anoche? -La fuerza de mi agarre consigue estremecerla de pies a cabeza. Mis labios se instalan en su cuello, y ella se remueve algo incomoda.- ¿Te duele?

—Un poco...

—Lo lamentó, soy algo difícil de controlar cuando estoy en la cama. Vamos a curar ese cuellito, ¿sí? espérame en el cuarto de baño.

Asintió y caminó hacia la habitación, aproveché para recoger los documentos y darles un vistazo rápido. ¿¿Qué demonios??

—Tom necesito ir a casa, para ver cómo sigue Hostin -La voz de Rosse detiene mi análisis del sobre que estaba leyendo.

—De acuerdo, nos veremos en la noche. Espérame en el cuarto. Rosseanne por cierto... pedí que te trajeran unos vestidos, puedes elegir el que más te guste, están en el armario.

—Gra-Gracias -Respondió emocionada y corrió hacia la habitación.

Necesito un par de horas para averiguar de que mierda se trata este sobre. Después de casi dos años no había sabido nada de Ria, enterarme de algo sobre ella mediante un citatorio de la corte, no era la forma más divertida que había imaginado.

Tomo mi teléfono para llamar a la única persona en la que confiaba para resolver este tipo inconvenientes, casi siempre eran tema relacionados a la empresa, pero jamás a mi vida privada. Escucho el tono, pero está demorando en responder. Luego de otro intento al fin responde.