𝗖𝗼𝗻𝘁𝗿𝗮𝗰𝘁; 𝘛𝘰𝘮 𝘒𝘢𝘶𝘭𝘪𝘵𝘻 +¹⁸

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ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴅɪᴇᴄɪsɪᴇᴛᴇ | I missed you
CONTRACT

Buscando la forma de no ser vista, me detengo detrás de cada puerta que se me cruza, como si estuviera jugando a las escondidas. No debi hacerle caso a Kat, debimos habernos visto en otro lugar, pero menos en el hospital, se supone que ahora me encuentro en un viaje familiar del que no regresaré hasta el lunes. Si Georg me ve, descubrirá que le mentí. Luego de haber conversado tantas cosas con mi familia, obviamente omitiendo las idioteces que Hostin ha hecho a lo largo de estos meses, llamé a Kat para poder vernos en nuestro lugar de siempre y contarle todo, absolutamente todo, hasta lo que había ocurrido anoche, no quise esperar mucho, faltaba unas horas para que su turno terminara, por eso me vi obligada a venir aquí.

¡Joder!

Deben fijarse donde dejan el carro rojo. Vaya que estoy siendo demasiado silenciosa, debería haberme convertido en una espía en lugar de doctora.

Intento recoger rápidamente lo que tire antes de ingresar en una habitación vacía que encontré, mientras doy un vistazo rápido al pasillo, asegurándome que nadie este cerca, mis ojos se posaron sobre un individuo, mi cuerpo se congelo, esta persona consiguió provocar la misma sensación que hubiera atacado mi cuerpo, si el que hubiera visto fuera Georg. Es que acaso nadie piensa en mí antes de provocarme un infarto, no hace daño una corta llamada de aviso.

—¡¡Rosseanne!! -gritó muy fuerte mi nombre, sin importarle que los pacientes se encontraran descansando, y corrí para abrazarle, en este instante me daba igual quien podría verme, solo pensaba en abrazarlo hasta que ambos quedáramos sin oxígeno.

Después de un largo año, lo vuelvo a ver, aún más guapo que antes. La misma persona que me conoce desde que era solo una niña. El mismo que me conoce incluso más de lo que me conozco yo.

—¡¡Edward!! -Mis brazos rodearon su cuello mientras me ponía de puntillas para alcanzar al menos un poco su altura, lo sacudí y estrujé, hasta tenía ganas de besarlo-. ¿Qué haces aquí?

—¿No estás feliz de verme?

—Claro que lo estoy, te extrañe mucho -continúe abrazándolo aún más fuerte.

Ya teníamos casi dos meses sin hablar, ambos muy ocupados en nuestras carreras, apenas podíamos llamarnos para saber sobre el día a día del otro, desde que se fue a Paris gracias a una oportunidad que le dieron para realizar un intercambio universitario, él se llevó un pedacito de mi corazón en su maleta, a pesar de no hablar todos los días, siempre teníamos presente el gran cariño que nos tenemos. Cuando quieres a alguien, el cariño jamás se irá aún que lo tengas a miles de kilómetros lejos de ti.

—¿Y cómo ha estado la mejor doctora? ¿Qué haces vestida así? ¿Y tu uniforme?

—Hay muchas cosas que tengo que contarte -Y vaya qué hay demasiadas, pero creo que intentaré saltarme algunas por ahora.

—Pues... tendremos mucho tiempo, porque... conseguí que me transfirieran. Ya estaba muy aburrido fuera de mi país, quería verte de nuevo, y ver a Hostin.

—Este día fue demasiado para mi pobre corazón. Mis padres también regresaron de una especie de segunda luna de miel y Hostin...

—Espera... -me interrumpió, tomando mi rostro entre sus manos, mientras sus ojos me observaban intentando buscar algo.

—¿Qué pasa? ¿Tengo algo en la cara?

—¡¡Tu cuello!! Auchhh quien fue el salvaje que te dejo así - Mierda olvide ponerme una bufanda al salir de casa. Edward comenzó a reír muy fuerte- ¡¡TIENES NOVIO!!