Descubriendo maravillas del universo

Un color diferente³

El evento de fin de año al fin había llegado un día a principios de diciembre.

Hacía frío, ya habia caído la primer nevada y el cielo se habia acostumbrado a un suave color gris.

Gente estaba reunida en una explanada con distintas secciones que ofrecía la misma universidad. La facultad de artes hacía una exposición, la de música presentaba una orquesta y en conjunto, la de danza, mostraba una actuación impecable en coordinación y expresión.

El grupo de jóvenes que Minho dirigió con tanto esfuerzo se presentó de manera limpia, si hubo errores no se percibieron. El profesor acompañaba la coreografía desde atras, dejando protagonismo a los demás, especialmente los estudiantes de primer año.

La música de la orquesta era interpretada por la danza que captaba perfectamente la magia de esta y la actuaba a compaz frente al público expectador. Hablando con el cuerpo. A traves de cada movimiento y cada gesto.

Jisung soñaba con un día poder estar en un escenario y poder hacer sentir, así como los bailarines lograban que la gente se emocionara. Quería ser capaz de mostrar lo que hay en su corazón y que el expectador u oyente lo pueda sentir también.

Crear esa magia donde los sentimientos pueden pueden ser tocados sin necesidad de hablar, solo un par de acordes, un baile o una voz. Es maravilloso lograr eso. Es maravilloso verlo y sentirlo.

Jisung soñaba con ser alguien capaz de lograr aquello.

El arte en sí, es algo maravilloso. Donde puedes decir todo sin palabras. Donde puedes volcar todo lo que lleva el corazón y es maravilloso que alguien pueda leerlo, interpretarlo y sentir justo lo que está expresado.

A traves de la pintura, la música y el baile.

El arte es tan masivo y con tanta magia que es una lástima que a veces no se le tome tan en cuenta como a otras disciplinas.

Jisung estaba admirado, orgulloso y emocionado.

Jisung sonreía con los ojos llorosos y un sueño latente.

Cuando el evento terminó, él corrió a felicitar a sus artistas favoritos, que eran sus amigos, quienes habían recibido elogios e incluso recibieron algunas flores.

Les dijo lo emocionado y orgulloso que estaba, y su mejor amigo, quien abrazaba un gran ramo de rosas rosadas le dijo que deseaba algún día verlo también ahí arriba.

Jisung estaba más que seguro, que eso quería y lo haría.

Minho se graduó con honores, con felicitaciones, con solicitudes de trabajo, con invitaciones para unirse a proyectos y con un gran ramo de flores, cortesía de Hyunjin. Él no sabía que flores eran, Hyun no le dijo, pero le parecían muy bonitas.

Minho no aceptó las propuestas para su futuro de momento, él prefería estar tranquilo y en algo propio como lo era su salón y su vida ya ordenada.

Ni se diga de BangChan y Changbin, que también habían recibido propuestas pero ellos ya tenian claro lo que querían. La ovación fue emocionante. Changbin recibió besos de su novio y una propuesta indecente que hizo al pelinegro fingir no haberlo escuchado en el momento pero que el rojo de sus mejillas lo delataba.

Chan era popular, se había ganado la admiración no solo de su curso sino tambien de superiores pero lo que más feliz le hacía era compartir esa felicidad con las personas que en verdad quería. Entre ellas un Jisung con mohin que le agradeció una y mil veces todo lo que hacía por él.

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El festejo en el departamento de los más chicos del grupo llegó una semana después.

Con el pequeño living despejado que conducía a la puerta trasera, un corto porche revestido de madera que bajaba dos escalones al cesped. Había colocado tiras de lucesitas en los dos árboles que más cerca estaban, sillas al rededor de una estufa de camping, una parrilla cerca donde se asaban brochetas de verdura y de carne. La música de fondo estaba bajita, solo funcionaba de ambientadora porque más se escuchaban las risas de los seis amigos que compartían el calor del fuego, un sábado a la noche, mientras comian y bebían.