𝙴𝚜𝚙𝚎𝚌𝚒𝚊𝚕 𝚍𝚎 𝙷𝚊𝚕𝚕𝚘𝚠𝚎𝚎𝚗
𝙰𝚄: 𝙼𝚎𝚍𝚒𝚎𝚟𝚊𝚕
𝟷𝟽𝟷𝟺 𝚙𝚊𝚕𝚊𝚋𝚛𝚊𝚜
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Y ahi estabas tú, colmo una princesa en un cuento de hadas..... Encerrada en una torre, pero a diferencia de esos cuentos.... No esperas un príncipe, no.... Estabas ahí porque el Reino tuvo un ataque capturando a tus padres y familiares.
Paso un largo rato cuando... La puerta hizo un fuerte estruendo despertándote de inmediato, y obviamente por el susto saltaste de la cama poniéndote rápido de pie.
En la entrada te esperaba la persona quien más confiabas..... Él peliblanco te vio sorprendido y a la vez preocupando.
-¡Princesa!
-¡suzuya!
-! Que bueno que llegaste!
-Siempre haría lo que fuera por usted mi princesa.
-Gracias, de todos modos, ¡debemos regresar al castillo y salvar a mi familia y los que fueron capturados!
-Pero mi princesa, eso es demasiado arriesgado.
No se como pero lograste convencerlo de ir y salvar a todo el reo
Ya se aproximaban a la sala del trono, pero lo más extraño era como tras recorrer todo el castillo no se hubieran topado con ni un solo guardia, ni con doncellas.
Pensabas en el ataque del dia anterior y que tal vez pudieron escapar.
Llegaron a las grandes puertas de la habitación real del trono. Suzuya se detuvo tomando el cerrojo pensando un momento y viendo al suelo sin decir nada.
-¿Qué ocurre Juuzou?... Entremos.
Animaste a su lado.
-Princesa....
Suspiro.
- No sé que encontraremos ahí adentro... ¿Esta segura de ingresar?.
Pregunto aun sin verte.
Tu solo lo mirabas impaciente.
-Entremos.
Ordenaste.
-Su alteza, ¿esta verdaderamente segura?
-¡claro que si!
Y ahí detrás; en la amplia sala se encontraban tus padres, la mayoría de los duques, doncellas, y unos cuantos nobles, pero no como los deseabas encontrar...
Algunos de ellos ya eran solo cuerpos sin vida en el suelo. Tu padre y tu madre se veian demacrados; moretones y profundos cortes resaltaban en sus cuerpos.
Pero lo que más te dolía era ver como sostenían fuertemente a ambos, y como una filosa espada posaba en sus cuellos con amenaza de terminar con sus vidas.
-¡Padre, madre!.- A paso veloz te apresuraste hacia ellos.
Si importarte las amenazas cruzaste la sala llegando hasta donde tu padre cayendo al suelo frente a sus pies.
Tu padre débil abrió los ojos viéndote llorar ante él.
-T/n...- Te llamo firme el rey.- Te has mantenido firme a las circunstancias, en otros casos te ordenaría huir, pero por la desgracia de los sucesos te pediré ser fuerte ante los sucesos.
Veías a tu padre desde el suelo. Y tu llanto se mezclaba con los lloriqueos de los demás.
- Esa noche que la traición se avecinó comprendí que el tiempo llegaba a su fin.- Continuo el rey.
-¿Traición?...- La palabra con duda salió de tus labios.
Tu padre no dijo nada más y con la sala donde el silencio volvió; se hicieron presentes unos ruidosos pasos que generaron eco por todo el lugar, los cuales ahora fueron acompañados por una desquiciada y espeluznante carcajada.
