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• Narrador Omnisciente.
𝚂𝚞𝚎ñ𝚘 𝚍𝚎 𝙴𝚖𝚖𝚊
Había una mujer de cabello castaño y ojos marrones cálidos que jugaba con su pequeña hija, una miniatura perfecta de sí misma, con la misma sonrisa radiante y los mismos ojos brillantes. Sin embargo, a medida que la niña reía y corría, su carácter revelaba una chispa de su padre: una determinación y una energía inagotable que la hacían destacar.
─── No mamá cosquillas no por por favor. ── Dijo intento apartar la mano de su madre.
── Pero usted señorita me dijo que estaba aburrida. ── respondió con una mueca
── Si pero preferiría dibujar contigo. ── rodó los ojos
── Ey, a mi no me ruedes los ojos. ── Se acero más la pequeña y comenzó a hacerle cosquillas con la boca.
── Ay, ay, no no puedo más mamá. ── rio como loca revolcándose en el piso.
La madre rió y cesó de hacerle cosquillas a su pequeña hija, que jadeaba tratando de recuperar el aliento. Ambas se miraron y estallaron en una carcajada contagiosa. La madre comenzó a dejar un rastro de besos suaves en la mejilla de su hija, pero su momento íntimo fue interrumpido por el sonido de la puerta que se abría. Madre e hija se miraron con curiosidad y luego se volvieron hacia la puerta, donde se encontraron con los dos hombres de la casa, el padre y el hijo, que las miraban con enormes sonrisas en sus rostros. Sus ojos brillaban con amor y admiración, y por un momento, el tiempo se detuvo en una escena de pura felicidad familiar.
── ¿Que hacen muestras reinas ? ── dijo el asiático acercándose con su hijo en brazos en dirección a las dos mujeres.
── Nuestra pequeña dijo que se aburre y comenzamos a jugar. ─ miro a su niña ── Pero nuestra niña quería dibujar.
La mujer se levantó ayudando a su hija hacer lo mismo . La madre se acerco a su esposo le dio un beso corto en los labios y un beso en la frente de su hijo.
── Pero es lo único que ella hace mamá. ── cometo el asiático bajándose de su padre y acercándose a su hermana para darle un abrazo.
── Hola Hermanito.── beso la mejilla del asiático.
Emma estaba feliz comiendo con su familia se sentía muy bien con todo lo que tenia a su alrededor.
La escena cambió drásticamente, y ahora la pequeña se encontraba bañada en una luz que solo la iluminaba a ella, mientras que todo a su alrededor estaba sumido en una oscuridad profunda y opresiva. De repente, una pequeña chispa de luz se extendió desde ella, iluminando la figura de su padre, que se encontraba encadenado y cubierto de sangre. Su rostro reflejaba una mezcla de determinación y miedo, y la pequeña se sintió impulsada a acercarse a él y abrazarlo con fuerza, como si pudiera protegerlo de la oscuridad que los rodeaba."
