Uno.

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Park Jimin tenía dieciocho años
cuando conoció a Yoongi.

Era un chico callado, de ojos grandes
y brillantes. Su piel era blanca y la
única imperfección que veía era una
pequeña cicatriz sobre uno de sus
pómulos. Era precioso. Jimin sintió que era amor a primera vista.

—Este no era el trato.—El Alfa de cabellos negros exigió, con la mirada severa sobre su propio progenitor.

—El trato era que comprometería a uno de mis hijos con tu primogénito. Nunca especifiqué cuál de mis hijos sería.—Le aseguró su padre y Jimin supo que el padre de Yoongi se comportó sereno tras aquello sólo para mantener las apariencias.

Estaban en un restaurante bonito, de
esos que su familia solía frecuentar
cuando se trataba de asuntos
importantes. En esta ocasión, el
"Asunto importante" era oficializar su
compromiso con Min Yoongi. 

El chico miraba con cejas fruncidas
y Jimin se sintió intimidar por un chico dos años menor que él. Al
parecer, nadie en la familia Min estaba conforme por cómo se habían dado las cosas. Habían pedido el sol, y en su lugar, le estaban entregando un
planeta sin nombre.

—Jimin es un Omega igual de capaz
que Hoseok.—Su madre aseguró, con sus finas cejas fruncidas en disgusto. —Es una ofensa que lo rechacen de esa forma.—Ella les dijo, en un tono
calmado. Un silencio incómodo reinó
en la mesa.

—No estamos diciendo que Jimin
no sea capaz, querida.—La madre
de Yoongi murmuró, su mirada
evaluadora se posó sobre él y Jimin  agachó la cabeza, jugando con sus dedos debajo de la mesa.—Pero como madre entenderás, que siempre queremos lo mejor para nuestros hijos.—Ella dijo con tranquilidad,su tono fue gélido y cortante cuando añadió.—Y Hoseok es lo mejor para Yoongi.

A Jimin le gustaría haber refutado
lo contrario, más sería hipócrita de su
parte sabiendo que la mujer tenía toda la razón. Hoseok siempre había sido el hijo prodigio: inteligente, encantador, precioso. Un Omega en toda regla.Y Jimin había nacido unos años después para ser su sombra.

Y, teniendo en cuenta de que se
trataba del primogénito de la familia
Min, suponía que lo más sensato
sería comprometerlo con alguien que
estuviera más a la altura. Jimin
sabía que no calificaba para el papel y
que si, Yoongi tuviera la oportunidad
de elegira su prometido él nunca sería
la primera opción.

Jimin nunca se engañó. Supo desde que el Alfa se vio forzado a aceptar
su compromiso hasta sus actuales
cuatro años de matrimonio que él
nunca había sido suficiente para Min Yoongi. Lo supo cuando en aquella
cena chico le pidió a sus padres que cancelaran el compromiso, lo supo el día de su boda cuando Yoongi tardó unos mninutos en dar el "sí", como si se debatiera si su felicidad era más importante que la de su familia.
Lo supo entonces y lo sabe ahora,
en medio de un matrimonio en el
cual es él único que se esfuerza, un
matrimonio de cuatro años en el que
Yoongi pasa cada uno de sus celos
fuera de casa y el sexo es limitado
a los celos de Jimin o a alguna ocasión esporádica en la que el Alfa llega borracho y caliente a la casa y él
parece la mejor opción.

Jimin sabía que no era suficiente
puesto que en cuatro años el Alfa no
se ha interesado de darle una marca,
pensar en un cachorro sería soñar
demasiado alto y quizás Park Jimin
es masoquista, porque a pesar de vivir como un par de extraños, comenzó a desarrollar sentimientos por Yoongi, sentimientos que le aprietan el pecho y comprimen su corazón pero que le impiden alejarse del Alfa.

—Entonces le dije que tenía que hacer
tiempo sí o sí para llevar Yohan a la
playa.—Un exasperado Taehyung le contó y Jimin dejó ir una risita, escapando de su mar de pensamientos. Dejó un par de galletas en la mesa de la cocina, sentándose junto al otro Omega.—Me dijo que lo pensaría pero eso es un "Haré lo que me dices, pero para no dañar mi orgullo Alfa, fingiré que lo pienso y que la decisión depende de mí."— Jimin sonrió, acariciando la mejilla del bebé en brazos de su amigo.

—Jungkook–ah te malcría demasiado.—Jimin murmura, sonriendo al ver a Taehyung lucir ofendido por sus palabras.—No me mires así, sabes que es cierto. Puedes pedirle la luna y él te la daría sin pensarlo dos veces.

—Bueno, soy su Omega y el padre
de su cachorro. Se supone que
consentirme es su deber.—Le dijo
con obviedad, luciendo confiado y Jimin apretó los labios no sabiendo exactamente cómo se siente que te consientan.—Tienes que venir con nosotros.—Le pide con ojitos brillosos.—Y si quieres, puedes invitar
a Yoongi.—El Omega de cabellos
castaños perdió la sonrisa.

—Intentaré ir, pero ya sabes como es
Yoongi. Él no...es mucho de salir
conmigo, Hyung.—Jimin murmuró
con una sonrisita y Taehyung arrugó las cejas. Odiaba las sonrisas falsas de Park Jimin.—Además, lo mejor sería que fueran solo ustedes. En familia.

—Tú también eres mi familia.—Le dijo, en un tono de voz alto que hizo lloriquear a su bebé. Taehyung hizo pucheros, meciendo suavemente al cachorro y suspiró tranquilo cuando lo vio calmarse. No era muy buena idea hacer enojar una mini versión de Jungkook a la que no podía calmar con un par de ojitos tristes.—Si Yoongi quiere seguir comportándose como un imbécil y no va, pues que se quede en Seúl solo como el amargado que es.—Jimin miró el anillo en su dedo.

—No me gusta dejarlo solo.—Jimin
murmuró y Taehyung rodó los ojos,
acercándose a tomar una galleta.—Es
muy descuidado consigo mismo y
siempre se salta las comidas y se
duerme con el cabello húmedo y...—

—Agh, eres tan estúpidamente bueno
que me das repelús.—Taehyung le dijo, con una ceja alzada.—Yoongi es
grande, puede cuidar de sí mismo. Y,
si a él no le pesa la conciencia cuando
se va durante semanas a sus viajes de
negocios y te deja solo, a ti tampoco
debería importarte hacerlo.—Le echa en cara y se siente mal cuando ve los ojos de Jimin  brillar en tristeza, pero
es que quiere que su amigo abra los
ojos, que se percate que sin importar lo mucho que quiera a Min Yoongi, no
vale la pena si es infeliz a su lado.—Le diré a Kook que vas con nosotros y no se diga más. —Jimin le miró serio.

—Eres muy testarudo y cabeza dura,
Taehyung Hyung. Espero que Yohannie no saque ese rasgo de ti.—Se quejó el Omega castaño haciendo reír a su amigo.

—Pues yo espero que tú aprendas
un poco de mí.—Le dijo, dándole un
sonoro beso en la mejilla a su bebé.—Y yo también quiero que mi bebé no
herede ese rasgo de mi carácter, ya
tiene bastante con haber heredado
las malas pulgas de Kook.— Jimin  sonríe amplio por sus palabras, quizás
envidiando un poco a su amigo Omega.

Y es que Park Jimin también quiere
algo así. Quiere una marca que lucir
orgulloso en el cuello, un cachorro al
que consentir con la vida, quiere una
familia.

Pero Min Yoongi no está dispuesto
a darle aquello porque él no es suficiente.

꒰୨Brih💐୧꒱ㅤ

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𝐏𝗎𝗌𝗂𝗅á𝗇𝗂𝗆𝖾 ⤿✽ 𝐘𝗈𝗈𝗇𝗆𝗂𝗇 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora