Doce.

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Min Yoongi no va a tener hijos, y que lo perdone Dios y el mundo por privarlo de su descendencia pero no va a convertir en una rutina despertarse en la madrugada por el llanto de un bebé.

—Yoongi, tu desayuno.—El Omega
le recuerda, sacándolo de sus
pensamientos. El Alfa parpadea,
luciendo somnoliento y sus ojos se fijan en el cachorro en el regazo de
Jimin.

Jeon Yohan lo observa, con una sonrisa de encías rosadas y Yoongi contiene un gruñido porque bueno, el niño es un demonio del sueño pero es
malditamente adorable.

—Ven a cenar hoy.—Jimin le dice y el
Alfa levanta la mirada de su desayuno
para fijarla en el Omega. Los ojos del
castaño se posan en él, con la mirada
decidida cuando continúa.—Tae Hyung viene por Yohan hoy. Te esperaré para cenar.

—Intentaré llegar temprano.—Es todo
lo que le dice y Jimin sonríe satisfecho por sus palabras. Vuelve la vista al bebé, acercando una servilleta para limpiar su carita llena de puré bajo la atenta mirada del Alfa.—¿Me esperarás para tomar un baño juntos también? —Le pregunta, conteniendo
una sonrisa al ver a Jimin sonrojarse hasta las orejas.

Jimin murmura bajo algo que no escucha. Yoongi ve el agarre del Omega en la pequeña cuchara vacilar, dejando caer sobre la mesa un poco de puré y Yohan se queja en su regazo, quizás por el ascenso intenso de su aroma, su pequeña naricita arrugándose y deja ver su molestia en
un corto berrinche que termina con sus manos volteando el pequeño plato con puré.

—¡Jeon Yohan!—Jimin lo regaña, dejando ir un jadeo al ver el desastre en la mesa y en la ropa del bebé.—Tuviste que heredar la personalidad quejunmbrosa de Jeon Jungkook, ¿verdad? Taehyung es un solecito, debiste haber sido como él.—Le
murmura, apretando los labios cuando el bebé extiende el puré sobre la mesa con sus manos.

Yoongi sigue con la vista a Jimin en su camino rápido lejos de la cocina y se dispone a terminar su desayuno una vez que está solo. Al cabo de los minutos el Omega regresa con un cachorro limpio y el Alfa lo ve acercarse a él, casi extendiéndole el
bebé.

—¿Puedes sostenerlo un momento? —Le pide, más está dejando en las manos del pelinegro el cuerpecito de Yohan, quien aferra sus manos al traje costoso de Yoongi.—Solo serán unos minutos. Necesito cambiarme.

Los ojos de Yoongi van al suéter con
rastros de puré y luego a la mejilla
del Omega. Acerca su mano, quitando
una pequeña mancha en el pómulo de
Jimin, quien se sonroja poquito con los ojitos brillosos en el Alfa.

—Apresúrate, tengo una reunión en la
mañana.—Le dice, trayendo al Omega
a la realidad. Jimin se aleja, subiendo las escaleras con rapidez y cuando su figura delgada desaparece, los ojos de Yoongi van al cachorro.

La cabeza del bebé está apoyada en su
pecho y el Alfa hunde la nariz en su
cabello negro, inhalando la esencia del cachorro mezclada con la de Jimin. Su lobo se revuelve en su pecho y Yoongi cede al instinto que lo hace
marcar a Yohan con su propio aroma
hasta que el bebé huele a Jimin y a él. Sonríe ante aquello, sintiendo a su lobo gruñir satisfecho y la cruda
realidad lo golpea cuando los pasos
de Jimin bajando las escaleras se
escuchan.

Dios, acababa de marcar un cachorro
ajeno con su aroma cómo si fuera suyo. Yoongi sabía que eso era algo muy mal visto, los lobos eran muy recelosos con su descendencia y luego iba él haciendo una estupidez al dejar su aroma en el cachorro.

Jimin apareció en la cocina, acercándose con una sonrisa al Alfa
para tomar al bebé y dejar besitos
seguidos en su mejilla que hacen reír
a Yohan. Si notó el aroma de Yoongi
en él, no dice nada y el pelinegro le
agradece a todos los seres celestiales
por ello.

𝐏𝗎𝗌𝗂𝗅á𝗇𝗂𝗆𝖾 ⤿✽ 𝐘𝗈𝗈𝗇𝗆𝗂𝗇 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora