Capítulo 8

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Zero drames encara que sé que ets molt lluny d'aquí. - Ginestà - Hola, Sara

Me levanté de la cama he inconscientemente puse la canción Hola, Sara de Ginestà en bucle mientras me duchaba y pensaba en la videollamada de la noche anterior con Adriana, empezó muy bien pero el final fue raro, no me disgustó para nada, ahora la conozco mejor pero me chirrió un poco todo, ha cogido confianza conmigo muy rápido y eso me gusta, pero... Necesitaba hablarlo, salí de la ducha con la toalla a la cintura, cogí el móvil que estaba sobre la cama reproduciendo la canción, le envié un mensaje a mi hermana:

Adrián

Oye tata podemos hablar, Adriana...

Y otro a Marc:

Adrián

Oye tío deja de acaparar un momento a mi hermana que la necesito, estoy en una época muy sensible

Con un emoticono triste con una lágrima, sabía que a mi hermana le costaría leer el mensaje un mundo y ahora que era oficial su relación con Marc, se pasaban todo el día pegados y el era todo lo contrario con los mensajes por lo que tenía una ayuda rápida para localizar a mi hermana. Tire el móvil sobre la cama y me vestí con unos pantalones marrón claro anchos, una camisa blanca y una sobre camisa verde por si refrescaba, lo cual dudaba en pleno julio en Palamós pero bueno, me gustaba como quedaba, mientras me calzaba las deportivas blancas mi hermana llamó a la puerta, fui a abrirle con solo un zapato puesto, cuando lo hice vi su cara llena de preocupación, estaba despeinada, raro en ella porque no soportaba estar despeinada, siempre llevaba un peine allá donde fuese, estaba descalza, solo un par de calcetines de silvestre y el petó vaquero que se había puesto estaba a falta de abrochar por un tirante, se nota que leyó mi mensaje y al momento vino corriendo para saber qué pasaba.

- Dime por favor que no es nada malo. - Dijo mientras entraba a mi habitación y se sentaba sobre la cama.

- No, para nada. - Contesté yo sentándome a su lado. - Anoche tuvimos una videollamada muy divertida en la que ella estaba muy guapa por cierto y hablamos de todo un poco, exactamente todo y no me sentí incomodo pero joder no hace ni un mes que la conozco y es como que ha cogido confianza muy rápido.

- ¿Y cómo te hace sentir eso?

- Me gusta, porque creo que me atrae un poquito y que haya cogido tanta confianza tan rápido quiere decir que no me ve como una mala persona pero hay algo que pude ver detrás de todo lo que dijo que no me gustó.

- ¿Qué fue?

- Le dije que la noche que lleguemos a Cadaqués la pasaré entera con ella y ella se pensó que yo quería algo más y me pidió que se lo dejase claro, le dije que no estaba en mis planes pero si pasaba y ella no quería que no y me dijo que sí quiere al momento sin ni siquiera habernos visto en persona y me dejó muy desconcertado pero no le di vueltas, seguimos hablando de eso y me di cuenta de que nunca lo ha hecho y tiene mucha prisa porque pasé y tiene muy idealizado el momento y me entró el miedo.

- Ufff, haber tiene 17 supongo que es normal, es más joven, ya sabes cómo es esa edad, los dos hemos pasado por ahí y entiendo tú miedo, solo te digo no te fuerces a nada, hazla darse cuenta de que así mal pero si decides cortar todo por esto cuidado con sus sentimientos por favor, a esa edad se siente todo el doble.

- Lo sé, tendré mucho cuidado y no creo que corté todo ya por esto, voy a intentar hacerla ver que así no, ya lo intenté anoche y parece que me escuchó, a ver como evoluciona todo.

- Me parece muy bien, es lo más sensato y sé cómo eres, sé que no la vas a lastimar pero son cuatro años Adrián, ¿lo has pensado? - Me preguntó ella con la típica preocupación de una hermana mayor aún siendo la menor.

5 errores y un aciertoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora