Capítulo 3: Primer día

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El primer día de escuela. Los estudiantes estaban siendo introducidos a sus respectivas habitaciones. Desde hoy día lunes entraron y tenían que asistir a su primera clase. Había distintos grupos, pero todos del primer grado. La escuela no tenía demasiados alumnos todavía, puesto que había que ser selectos con cómo es que invitaban a los chicos a formar parte de esta institución. Aun así, la escuela contaba con por lo menos un par de docenas de alumnos por grupo; no todos eran héroes de renombre, de hecho la gran minoría lo eran, pero todos eran personas con habilidades meta-humanas o de combate.

Damián y Jon estaban conociendo su habitación antes de salir a su primera clase, pero antes de partir alguien tocó la puerta del sitio.


*Knock knock*


"Pase" -indicó el joven de ojos azules.

Por la puerta entró Superman, quien fue a buscar a su hijo para hablar con él antes de entrar a clases.

"Jon"

"¡Papá!"

El chico fue a saludar a su padre con un abrazo. Jon admiraba mucho a su padre, era su referencia máxima en cuanto a un ideal a ser, pues no solo era el mejor hombre que conocía como superhéroes, sino que además era un padre compresivo y cariñoso; no siempre podía serlo, el deber de Superman era muy grande, pero ahora que estaba en la escuela se podría permitir ver a su hijo un poco más seguido.

Al fondo Damián miraba al par con algo de disgusto.

"Damián..." -decía Clark para intentar saludar al chico.

"Clark..." -contestó indiferente.

Jon miró como su amigo se mostraba algo incómodo, y era de esperarse. Ver como Jon podía tener ambos padres juntos y que ambos fueran cariñosos y atentos con su hijo le carcomía el alma a Damián. No era envidia, pero se sentía mal al ver esa clase de amor que él no recibía.

"Los dejo para que puedan charlar a gusto" -dijo el petirrojo saliendo de la habitación al pasillo.

Entonces Jon continuó- "Discúlpalo... es solo que..."

"Lo entiendo, Jon. No tienes que explicar. No imagino lo difícil que ha de ser para él tener que lidiar con todos sus problemas... Yo trato a Batman varias horas casi todos los días y he de admitir que a veces hasta yo me desespero..."

"¿En serio?"

"Claro, hijo. Puedo ser el Súper-Hombre, pero eso no significa que no pueda cansarme de lidiar con Bruce."

"Yo me preocupo por Damián..."

"Y haces bien, es un chico con mucho que tratar, sé que solo tú puedes ayudarlo, eres mi muchacho especial y nunca me fallas..."

Jon era alguien alegre que trataba de asemejarse lo más posible a su padre, al menos a la imagen idealizada que tenía de él: Alguien bueno, recto, impecable, bondadoso y que no comete ningún error ni se deja llevar por sus deseos. Escuchar esas palabras de su padre le hizo sentir un peso en los hombros, no porque sintiese que ahora Wayne era su responsabilidad, sino porque sintió que su padre le puso en tan alta estima que no podía fallar.

Clark continuó. "Cambiando de tema, ¿Cómo te sientes?"

"Nervioso, no puedo esperar a conocer a los demás chicos"

"Me alegro, ya verás que todo estará bien"

"Eso espero"

"Bueno, ya me tengo ir. Debo preparar algunas cosas, pero te veré después..." –dijo Clark para terminar la conversación

DC: SuperSons. Escuela de héroes adolescentes A-HEROESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora