DC: SuperSons. Escuela de héroes adolescentes A-HEROES

15: Amor enfermo

Justó después de que hubiera una primera semana de novios perfecta entre Superboy y Robin, un evento desafortunado pasó. La noche del domingo la pareja decidió complacerse una vez más en su dormitorio. Días antes, Damián había manipulado a Jon para que cumpliesen una noche más en su semana con el fin de hacerla completa de júbilo hormonal, pero lamentablemente Kent no logró aguantar este ritmo que Wayne quería. Pese a que Damián lo hacía por placer mutuo y no por egocéntrico, las palabras eran el arma más letal del petirrojo en contra del chico de acero. Kent no tomó nada bien 'fallarle' a Wayne y dedicó el resto de días posteriores a tratar de compensar ese 'fallo'.

Jon tenía una mente muy atormentada por sus ideales ficticios a cumplir. Tenía que llenar las falsas expectativas de ser el sucesor de Superman, todo eso mientras tenía una crianza tradicional y restrictiva con respecto al mundo en sus aspectos más tabús. Eso cambió lentamente cuando se unió a su nueva preparatoria heroica, donde, gracias a su mejor amigo, comprendió que la vida tiene muchas cosas que ofrecer, cosas que Jon asqueaba por el restrictivo pensamiento inculcado en su infancia. El momento del cambio definitivo fue aquella primera noche donde dejó sus deseos expandirse en los brazos de Damián, una noche de éxtasis que unía dos almas y que demostraba como a veces lo que creíamos no era verdad, donde tuvo que aprender que el mundo no era blanco y negro, y que nadie era perfecto.

Las expectativas de tener que llenar un rol ideal enaltecido de su padre disminuyeron gradualmente, pero no puedes cambiar tu idiosincrasia de la noche a la mañana, aunque si cambiar el objeto central de tu perspectiva. Antes, para Jon, su idea, su necesidad, su propósito, era crecer para ser el próximo hombre de acero. Ahora, su nuevo objetivo era complacer a Damián, aquella persona que amó secretamente poco a poco con el pasar de los años en su compañía y que descubrió sus sentimientos por este en un momento de introspección. Ahora su 'deber' era ser todo para Damián. Pasó de creer que tenía que ser el próximo Superman, a creer que debía ser el hombre perfecto para Damián. Cambió a Superman por Robin. Solo cambió el objeto, no su manera de pensar.

Esto podría no manifestar tantos problemas pues Damián siempre fue una de sus prioridades desde tiempo atrás. Pero esta mañana, ambos, tanto Damián como Jon, descubrieron por las malas cuales eran los límites de Kent.

Lentamente, Jon perdía fuerzas en su rutina mientras que Wayne parecía ganarlas. Kent estaba agotado, pero se sentía culpable de 'fallarle' a Damián, por lo que decidió ignorar su pesadez, su dolor, su cansancio, estas advertencias naturales de su cuerpo, y, en cambio, dar todo de sí para hacer feliz a su novio. Aunque con dudas, Wayne terminó cediendo ante el deseo de consumar nuevamente este amor sexual, pues cambiar tu actitud de patán, engreído y hedonista tampoco es fácil. Después de que la noche de placer se consumara, Jon caería rendido ante el cansancio acumulado de la semana.

Por la mañana del lunes, Damián despertó sintiéndose indestructible, con una fuerza descomunal y con su energía a tope, pero Jon no. Recostado sobre la cama de Wayne, apenas respirando y con el latido lento de su corazón, Kent estaba colgando de un hilo.

"¡JONATHAN!" –gritaba desesperado Wayne al notar el estado deplorable de su pareja. Sin perder más tiempo, se encargó de colocar prendas para ambos y salir en busca de ayuda.

En cuestión de minutos, el par estaba en la enfermería del lugar para saber que sucedía con Kent. Evidentemente los chicos perderían sus clases, pero eso no importaba, lo que importaba era saber que estaba sucediendo.

En una camilla, Kent estaba inconsciente, tapado y con una bata médica. Damián estaba sentado a su lado tomando la mano del chico que se hallaba helado. El doctor del lugar, Mr. Terrific, quiso charlar con Damián a solas. A las afueras, un interrogatorio sucedió.