Capítulo 9: Perdón, Damián...

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En el departamento de Dinah Lance, Damián la embestía por detrás. Los golpes que resultaban del choque de los muslos de él y las nalgas de ella eran como aplausos vivases que dejaban claro el acto. Él jalaba delicadamente el cabello de ella para sentir poder. Ella suspiraba del dolor. El sexo anal era más doloroso que le vaginal, pero también más satisfactorio para algunas personas. Está ya era la tercera ronda.

La cama era un asco. Las sábanas estaban todas manchadas de múltiples líquidos. Al parecer ambos ya se habían corrido mínimo una vez y no habían tenido el cuidado de ver como resultaba esto, solo era un festín de orgasmos.

Ella apoyaba sus codos sobre la cama mientras su espalda de arqueaba. En su ano, el chico lamía con intensidad para descansar un poco su miembro. Ella se volteó y recostándose sobre las sábanas mojadas jaló al chico a su altura.

"Métemelo otra vez, Damián"

"Pero ya casi..."

"Tú métemelo..."

El chico no debatió más y entonces dio paso a la última sesión de arremetidas. En la pose de misionero, el chico penetraba a Dinah. El rechinar de la cama era fuerte, intenso y constante, ya era hora de terminar.

"¿Dónde lo quieres? ¿Tu culo o tus tetas?"

"Adentro"

"En serio, ya dime..."

"Solo hazlo..."

Ella cerró sus piernas para no dejarlo salir. Sin más remedio, él no se detendría y entonces continuó hasta sentir esa contracción en su miembro. El líquido comenzó a subir por su cuerpo cavernoso. El sudor corría por la frente y la espalda de ambos. Entonces pasó.

"¡AHHH!" –gemía de placer el petirrojo. El esperma salió disparado y su cuerpo comenzó a estremecerse. Ya no aguantaba su miembro. Estaba muy sensible, sentía como la cabeza le ardía después de tanto y solo quería descansar.

Ambos se recostaron en la cama, llenos (literalmente) de las muestras de su aventura.

"*jadeo* Eso fue increíble, Dinah... *jadeo*"

"Solo recuerda... *jadeo* no puedes hablarlo... *jadeo*"

Él esbozó una sonrisa. No hacía falta comentarlo a nadie. Ya estaba satisfecho y cumplió su deseo.

Ella se levantó desnuda y fue al baño para limpiarse de todos los líquidos que la cubrían. Damián hizo lo mismo por su lado. Tenían que volver, ya que el chico no podía desaparecer por tanto tiempo. Ambos se alistaron lo más rápido que pudieron y regresaron a la institución para disimular su aventura.

Mientras se movían de regreso a la escuela, una sombra parecía haberlos estado espiando todo este tiempo. Un camaleón se ocultaba entre los árboles y veía como 'la escuela' era un sitio que parecía ser un lugar vacío. Supuso entonces era un camuflaje para que solo aquellos que conocieran del lugar pudieran verlo. El espía ahora tenía conocimiento del paradero de la escuela y pronto llegarían las consecuencias.


En la institución, en el dormitorio de los SuperSons, Jon estaba despierto pensando sobre lo hablado con Zatanna. La maga le hizo consiente sus emociones por Damián. Kent decía eran falsas, pero ahora que tuvo parte de la noche para poder reflexionar a solas, es que pudo darse cuenta de que tal vez si era cierto su amor.

"Damián... ¿Por qué tienes que ser tan bello...?"- se decía en su mente- "y tan cariñoso y atento conmigo... por qué no puedes ser un patán..."

Sin darse cuenta, el reloj marcaba las 2 de la noche. Ya era tarde y recordó que su amigo no estaba. Con preocupación, él se enderezó. Planeaba alistarse para salir a buscarlo, pero entonces, de forma muy sigilosa y agotada, Wayne llegaba a través de la ventana.

DC: SuperSons. Escuela de héroes adolescentes A-HEROESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora