Parte 2

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Ahora está en la cama, después de ver a aquella cosa como si fuera real había perdido la cabeza. Comenzó a gritar tan fuerte y a llorar como si su vida dependiera de ello, debió haber sido una de sus tontas alucinaciones porque tan pronto como YoonGi volvió al sofá con él para calmarlo, esa cosa desapareció.

Se desmayó luego de refugiarse entre los brazos y el cuello del pelinegro, no pregunten porque lo hizo, simplemente actuó por instinto debido a que era la única persona que estaba ahí para él. Por lo regular, siempre tenía que lidiar con ese tipo de sucesos él solo, por lo que le resultaba un poco más difícil.

YoonGi se había marchado hace como una hora, la habitación que se había sentido cálida con su presencia mientras lo acurrucaba en la cama, ahora estaba completamente fría. Las ventanas estaban cerradas, YoonGi verificó que tuvieran seguro siguiendo las indicaciones de JiMin, así mismo, también dejó la puerta con llave al salir.

O eso quería creer JiMin, ya que no bajó a cerciorarse. Ahora que el mayor sabía del escondite indicado para sus llaves, tendría que buscar uno nuevo.

No le contó nada sobre lo que había visto, tampoco le dijo el por qué le afectó tanto la imagen del gato muerto frente a su puerta, eran cosas que YoonGi no necesitaba saber.

El sueño terminó por vencerlo luego de pasar algunos minutos despierto, ciertamente tenía miedo de dormir, no quería cerrar los ojos y soñar con aquella cosa que le atormentaba casi todos los días. No ahora que había visto su rostro.


[ 🎃🕯🎃 ]


Se sentía adormecido y todo daba vueltas a su alrededor, un escalofrío recorrió su cuerpo y las uñas de sus dedos se clavaron contra algo en el suelo. Alarmado, observó todo a su alrededor tratando de entender porque diablos estaba tirado en la fría nieve en medio del bosque.

—E-esto tiene que ser... una jodida broma — susurró con dificultad, con los ojos casi desorbitados y su pecho subiendo y bajando con rapidez —. Debo estar soñando.

Trató de calmarse a sí mismo, pero no había forma de que pudiera calmarse si eso se sentía tan real, tanto que podía sentir el frío llenando su cuerpo, tanto que sus pies podían tocar la helada nieve. Era completamente una locura, y si esto era un jodido sueño, entonces quería despertar ahora mismo.

Su mirada se perdió en algún punto fijo entre los árboles del bosque, el miedo poco a poco volvió a crecer en él al ver a través de la poca luz de la luna como unos cuernos se asomaban entre las ramas.

Él estaba ahí, lo estaba observando.

Bajó la mirada asustado, rezando en su interior porque aquella cosa no se le acercara, rezando por despertar, porque todo eso no fuera real. Sabía que sus oraciones eran inútiles, siempre creyó en dios pero nunca lo tuvo presente en su vida, rezaba cada vez que quería, no lo veía como algo gratificante para hacerlo cada mañana o cada noche al irse a dormir. Este debía ser su karma por no haber seguido el camino de la religión que estaban acostumbrados a imponer en su familia.

Su cuerpo seguía temblando y sus manos se abrazaban a sí mismo, esperando pacientemente que aquella pesadilla terminara pronto para despertar en la comodidad de su cama.

Pero entonces, todo lo que sintió fue la presencia de aquélla cosa acercándose lentamente a su cuerpo, JiMin tenía miedo, no quería alzar la mirada y volver a encontrarse con él. Algo tocó su frente lentamente, algo cálido que le hizo levantar la mirada con cautela, todavía seguía asustado y tenía terror de ver a aquella cosa frente a él, pero no podía evitar sentirse atraído por eso.

¿Era extraño? Sí, demasiado.

Unas manos se posaron sobre sus hombros, haciendo contacto con su piel y causándole un cosquilleo, rápidamente parpadeó descolocado al observar su propio cuerpo y darse cuenta de que no llevaba prenda alguna.

LITTLE CHILDREN | YoonMin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora