Antología del horror Vol. II (MurderousLoversWeek 2023)

Día 4. Cuando Perseo se enamoró de Medusa (Extra)

Hace mucho tiempo en un reino lejano sucedió una historia sin igual. En las profundidades del mar nació un pequeño ser diferente a los de su especie, no tenía branquias, ni aletas, era un pequeño mortal nacido de divinidades marinas. Fue llevado a la superficie para que viviera entre el resto de humanos. Su madre lo llamó Izuku, en el mundo mortal fue conocido como Medusa.

Cuanto más años pasaban, más crecía en belleza aquel joven. Decidió servir a la diosa Atenea cuidando uno de sus templos, por ello pronto fue conocido en cada ciudad griega, hombres de todos los reinos viajaban a aquella ciudad con tal de verlo. La belleza de Medusa incluso consiguió seducir al poderoso dios de los mares, Poseidón.

Al ser rechazado por Medusa, Poseidón decidió tomarlo por la fuerza, corrompiendo su pureza en el templo que la sacerdotisa cuidaba.
Medusa suplicó a su diosa por piedad y consuelo, pero solo obtuvo más tormento, fue convertido en un terrible monstruo, le arrebataron su belleza y su libertad, obligándolo a llevar una maldición que convertía en piedra a quien llegase a mirarlo.

Condenado, Medusa se aisló del mundo, esperando que en su soledad pudiera vivir una vida tranquila, pero los rumores sobre él de nuevo se esparcieron, se hablaba de una criatura tan poderosa, que aquel que consiguiera matarlo sería considerado el mayor héroe de Grecia; por ello valientes hombres de todas las regiones se aventuraban para cazar a Medusa.

Alguna vez nació un poderoso héroe, de nombre Perseo, él fue uno de los tantos que decidió matar a la criatura, pero lo que encontró al llegar a su cueva no fue un monstruo feroz, sino un ser asustado y herido. El héroe no pudo completar su gran hazaña, pues cuando bajó la guardia, cometió el fatal error de enamorarse de Medusa…

[...]

El héroe Perseo, en algunos lugares conocido como Katsuki, fue coronado rey de Argos luego de sus grandes hazañas tras asesinar a la gorgona Medusa, vencer al poderoso Ceto y destronar al tirano rey Polidecto.

A pesar de las muchas princesas a quienes sus padres habían ofrecido en matrimonio, el héroe se casó con un joven extranjero, de nombre Izuku, quien se hizo de una fama sin igual por su deslumbrante belleza.

Nada sabía el mundo sobre la terrible verdad de Izuku, quien antes fue temido por toda Grecia, pues ostentaba un poder inigualable y un nombre que causaba terror al solo pronunciarlo. Antes de conocer a su héroe, Izuku fue llamado Medusa.

Después de su largo viaje y de sus muchas aventuras, cuando hubo forma de deshacer la maldición de Medusa, ambos se convirtieron en reyes y tuvieron una familia próspera. Esos eran los pensamientos que inundaban la mente del rey, quien ahora caminaba hacia su alcoba luego de un agitado día.

Llegó a sus aposentos y se dejó caer en la cama, listo para dormir, pero un cuerpecito inquieto se montó sobre él frustrando sus planes.

—Buenas noches, amor —murmuró su esposo, Izuku.

—Buenas noches, mi rey —respondió Katsuki, besando la mano de su amante, quien respondió con risas.

Dejaron a un lado las palabras y se unieron en un beso dulce que demostraba cuanto se habían extrañado. Katsuki giró sobre la cama, acorralando a su esposo debajo de él. Izuku presintió que algo más sucedería esa noche, se puso nervioso de solo pensarlo. Pero su esposo no pensaba en eso, su mente estaba perdida en los recuerdos, por un momento fue como si volviera en el tiempo; casi pudo ver las escamas en el rostro de Medusa, las serpientes retorciéndose de su cabeza, como si su maldición amenazará con devorarlo de nuevo.

—¿Kacchan…?, ¿qué pasa?

El héroe acarició su cabello y se inclinó para besarlo de nuevo, pretendiendo con ello calmar sus propios miedos.