28.

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— Disculpa....- una voz me saco de mis pensamientos negativos. Me volteo a ver y me encuentro con esa chica despampanante de rosa a la que apenas vi de refilón, pero ahora al tenerla de cerca pude reconocerla de inmediato, el cuerpo se me tenso y deje de respirar.- ¡Lo sabía! ¡Eres la gorda _____!

Reiko...

Abrí los ojos a sobremanera, la bully culpable de todos mis traumas estaba frente a mí, riéndose y llamándome gorda, luego de tantos años.

Muchas veces imagine este encuentro en mi mente, preví cientos de respuestas que hacerle en caso de que me encuentre y comience a burlarse de mí. En mi cabeza todas sonaban genial: yo le gritaba sus verdades en la cara y daba media vuelta para irme, altiva y con dignidad... Pero en ese instante nada venía a mi cabeza, estaba totalmente en blanco por la sorpresa. Es más, se me estaba haciendo un nudo en el estómago.

— ¿Cómo estás? Hace tanto tiempo que no te veía.- Me inquietó que no iniciara con algún comentario sarcástico ni se burlara. ¿Está tratando de ser amigable? No iba a bajar la guardia bajo ningún aspecto. Endurecí el rostro para no demostrar ni una pizca de debilidad y contesté.

— Si,- mirándola a los ojos decorados con pestañas postizas,- desde hace 10 años, cuando me humillaste delante del chico que me gustaba.- Reiko abre grande los ojos. Parece que no se esperaba que yo fuese la agresiva.

— Cierto... -Reiko se llevó la mano a la cabeza,- me he comportado un poco mal contigo.

— ¿Un poco?- le remarco, mientras sigo caminando en el aparato, tratando de ignorarla.

— Bueno bastante,- dejo escapar una risa y apoyándose en la baranda de mi caminadora comenzó a explicarse.- Fue hace mucho, era una adolescente hormonal y estaba perdidamente enamorada de Keigo...- mientras hablaba movía las manos como restando importancia.- Quería fastidiarte porque siempre fuiste muy cercana a él y por eso no se fijaba en mi.- Reconoció.

— Una actitud muy infantil... ¿no crees?- Comente con malicia mientras la miraba de costado. Ella se tensó y tratando de guardar la compostura dijo.

— Si tienes razón... Ahora veo mi error, lo lamento. ¿Podemos hacer las paces?- dijo extendiéndome la mano con largas uñas de colores y decoradas con strass, lo que me llevo a preguntarme ¿Cómo se limpia el trasero con eso? En fin, parece sincera pero por más que me lo pida amablemente no la puedo perdonar. Respiro hondo y con serenidad contesto.

— No es tan sencillo, Reiko.- Baje de la máquina para verla directo a los ojos.- El daño que me has causado fue muy grande. He tenido que cambiarme de ciudad, alejarme de mis seres queridos.... No puedes venir así como así y pretender que nada paso y hacer las paces.

Ella revoleo los ojos y acotó.

— Oh vamos, estoy tratando de ser amigable, ¿No crees que estas exagerando demasiado? Fue una tontería de niños hace 10 años ¡Supéralo y ya!

No podía creer lo que me estaba diciendo ¿ahora quiere dar vuelta la historia para que yo parezca una exagerada? El enojo comenzó a aflorar en mí, ya no me podía contener.

— ¿Exagerada? ¿Yo?- Alce la mano y levantando dedo por dedo comencé a enumerar.- Leíste mi diario íntimo frente a Keigo y los demás chicos sin mi consentimiento, violando obviamente mi privacidad, te burlaste de mi peso una y otra y otra vez sin descanso, a mis espaldas y delante mío, y cuando te rogaba que te detuvieras no lo hacías... - sin darme cuenta empecé a elevar el tono de voz y la gente de al rededor comenzó a voltearse para vernos, ella, avergonzada miraba de un lado a otro y trataba de hacerme callar poniendo un dedo en sus labios, pero ya no me podía detener, tenía que dejar salir todo eso que llevaba guardado en el pecho hace años.- ¡¿Cómo crees que se siente, ¿eh?! ¡Ah claro! Tú nunca has tenido ni tendrás ese problema, porque siempre has sido delgada. Pero déjame decirte algo: ¡Tener marcada la cintura no te hace mejor o peor persona!

Todos quieren a la gordita ~Harem inverso AU BNHA x chuby lectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora