El Sol de Poniente

Capitulo 7: El precio del Poder

POV Arturo.

Mirando como el Khal salía de su tienda suspire.

-Arreglarla- dijo el tipo mientras pasaba a mi lado tomando vino de una petaca.

Frunciendo el señor asentí, quería ver lo que le depararía a la niña, así que era mejor estar de encubierto.

Tomando un balde con agua y un trapo fui hacia la tienda.

Adentro era como si una cueva de un oso se tratara, la tienda estaba llena de pieles de animales y baratijas regadas por donde sea y una maltratada Daenerys en medio de la cama.

Apiadándome de la chica me acerque a ella con una sonrisa.

-Ya paso, ya paso, ya paso- tranquilice a la niña quien temblaba debajo de la piel.

Esforzando la poca energía que tenia la use para activar mis ojos, viendo todo el daño que había sufrido.

Grande era la suerte de Drogo, porque no había roto nada, más que signos de sexo muy duro sin moderación y bruscamente, moretones llenaban el cuerpo de Daenerys y ríos de lagrimas caían de sus pálidas lágrimas.

Suspirando me senté a su lado.

-No puedo decirte que mejorara, diablos no se como te sientes ahora mismo- comencé viendo como el temblor debajo de la piel se calmaba -Antes de ahora vivía una buena vida, una madre dulce, un padre que al menos me reconocía, un par de amores, un techo donde vivir, comida caliente que comer- comencé a contar mi vida -Perdí una batalla y ahora estoy aquí- dije viendo a los ojos rojos de Daenerys.

El echo que la batalla contra R'hllor termino conmigo matando el dios, a costa de mis poderes, una derrota en mis libros.

-¿Por qué sigues vivo?- pregunto Daenerys curiosa.

No le había mentido, pero no le había dicho toda la verdad, quizá pensara que había perdido todo en ese "batalla" incluso mi libertad.

Si ese fuera mi caso, sinceramente pareciera que no éramos tan diferentes.

-Las situaciones nos forman- dije mirando a la nada -somos esclavos de nuestras situaciones, incluso los dioses no pueden pelear contra este echo- dije para después mirarla a los ojos. -Solo porque todos piensan que tienen razón no quiere decir que estén en lo correcto- proclame mirando como una llama crecía en el interior de Daenerys -Un día seremos libres, y ese día, SERAS REINA- dije imperiosamente.

Daenerys no pudo apartar su vista de mis ojos verde mar.

Extendiendo mi mano mire con satisfacción como la tomaba.

-Sin embargo, ese día no será hoy, así que levanta el ánimo, que este día será mejor o peor, da igual, pero al fin será nuestro día- dije antes de tomar el trapo que traje y comenzar a limpiar el cuerpo de Daenerys.

Ese día, aunque lo intuía no sabía el verdadero impacto que tendría Daenerys en mi vida.

...

...

Días después

-debe usar mas la cadera, porque si no el golpe no tendrá el peso suficiente- explico Jorah mientras me entrenaba con la espada.

Asintiendo me moví como me indicaba, antes de balancear la espada hacia abajo obteniendo un sonido de corte.

Jorah me asintió con satisfacción y guardando su espada en su vaina termino la práctica.

-Buen trabajo- dijo Daenerys quien estaba sentada viéndonos practicar.

Asintiendo a nuestra ama, nos pusimos a su lado escoltándola.