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                   — 𝑮𝒆𝒓𝒂𝒍𝒕 𝑫𝒆 𝑹𝒊𝒗𝒊𝒂 —





                   — 𝑮𝒆𝒓𝒂𝒍𝒕 𝑫𝒆 𝑹𝒊𝒗𝒊𝒂 —

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Al día siguiente, me senté en silencio en un rincón del aula de Tissaia, observando con atención mientras Tissaia y yo esperábamos a las nuevas alumnas. Luego de unos minutos un grupo de chicas había entrado a la sala y se había posicionado cada una en un lugar, pero fue entonces cuando la vi... Yennefer, Yennefer de Vengerberg pude reconocerla de inmediato sus ojos, su joroba y la forma de su cara la hacían resaltar entre todas las demás estudiantes.

Note que la estaba viendo demasiado asi que aparte la mirada y me dispuse a mirar mi libreta como si fuera lo más interesante del mundo, creo que ella notó que la estaba mirando y pude notar como me miraba de reojo, asi que puse toda mi atención e...

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Note que la estaba viendo demasiado asi que aparte la mirada y me dispuse a mirar mi libreta como si fuera lo más interesante del mundo, creo que ella notó que la estaba mirando y pude notar como me miraba de reojo, asi que puse toda mi atención en Tissaia para evitar mirarla.

Al poco tiempo Tissaia comenzó su lección con una voz firme y segura, como siempre. Mientras se adentraba en el tema, mi mente estaba dividida entre el deseo de aprender y la ansiedad por estar en la misma aula que Yennefer, quien parecía inmersa en la clase, tomando notas y prestando mucha atención.

Tissaia explicaba cómo controlar y moldear la magia. Hablaba de las complejidades y desafíos de la hechicería, y su habilidad para hacer que los conceptos más abstractos fueran comprensibles era admirable. Pero mientras otros estudiantes hacían preguntas y participaban activamente, yo seguía en silencio, absorbida por el contenido de la lección y evitando cualquier mirada que viniera en mi dirección.

En algún momento, durante una pausa en la charla de Tissaia, Yennefer se volteó hacia mí. Su mirada era penetrante, y por un instante, nuestros ojos se encontraron. Sentí un escalofrío, como si mi falta de magia y mi posición como aprendiz no deseada se hubiera vuelto transparente. Pero antes de que pudiera reaccionar, Yennefer volvió a su a Tissaia y siguió tomando notas. Suspiré aliviada por la falta de confrontación, aunque no pude evitar sentirme intranquila.

La clase continuó, y mientras avanzaba, me di cuenta de la distancia que me separaba de Yennefer. No solo la distancia física en el aula, sino la brecha entre nuestras habilidades y experiencias. Yennefer estaba destinada a convertirse en una de las hechiceras más poderosas, mientras que yo luchaba por encontrar mi lugar en Aretusa sin magia propia.
Al terminar la clase, las otras alumnas se retiraron, pero Yennefer permaneció un momento en su asiento. Sabía que era el momento de salir discretamente y evitar cualquier interacción no deseada. Me puse de pie con cuidado, pero antes de alejarme por completo, Tissaia se acercó a mí.

𝑨𝒎𝒐𝒓 𝑬𝒏𝒕𝒓𝒆 𝑼𝒏𝒊𝒗𝒆𝒓𝒔𝒐𝒔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora