En 'Amor Entre Universos', las líneas que separan la realidad moderna, el universo de 'The Witcher', y los intrigantes reinos de 'Game of Thrones' y 'House of the Dragon' se desdibujan, dando vida a una épica travesía que desafía la imaginación.
La...
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Al llegar casi al final de la montaña los enanos comenzaron a instalarse para el anochecer, vi como Geralt se quitaba su armadura, mientras se alejaba del grupo y se sentaba en una piedra y observaba el horizonte.
- Ven vamos a acompañarlo - me dijo Jaskier mientras me empujaba suavemente hacia donde estaba Geralt, el se sento a su lado mientras yo me quede de pie mirandolos - Hiciste lo que pudiste, no habia mas que hacer - le dijo en forma de consuelo, pero lo unico que obtuvo como respuesta fue un silencio - ¿Porque no vamos mañana?. Eso si me das otra oportunidad de demostrarte que soy una compañia digna - dijo mientras me daba una seña para que dijera algo
Me quedé en silencio por un momento, observando a Geralt. Finalmente, me acerqué y me sente junto a él.
- Geralt, Jaskier tiene razón - dije suavemente mientras lo reconfortaba acariciando su brazo - Hiciste todo lo que podías. A veces, las decisiones más difíciles son las que nos recuerdan que somos humanos, no solo guerreros -
Geralt no respondió de inmediato, pero su postura pareció relajarse un poco.
- Mañana es un nuevo día, tenemos una misión y todavía queda mucho por hacer. Pero esta noche, estamos aquí, juntos. Y es importante que recordemos por qué hacemos lo que hacemos. No solo lo hacemos por el tesoro, sino también por Borch. -
Jaskier asintió, agradecido de que hubiera encontrado las palabras que él no pudo.
- Mañana será otra oportunidad para demostrar lo que valemos, tanto para nosotros mismos como para los demas - dije mientras miraba a Jaskier
Geralt finalmente levantó la mirada, sus ojos se encontraron con los mios y asintió levemente.
- Gracias - murmuró, apenas audible sobre el viento que aún soplaba.
- Para eso están los amigos - respondió Jaskier, dándole una palmada en la espalda.
Nos quedamos sentados en silencio, disfrutando de la compañía y del momento de calma antes de que me levantara y me dirijiera hacia nuestras cosas y empezara a armar mi tienda de campaña
