Capítulo 1

48 6 0
                                    

🍁


Levi
27 de Noviembre de 2015.
Montreal, Canadá.

¿Nombre? Levi Tremblay, nacido un 27 de Noviembre de 1996 en Montreal, Canadá. Casualmente y desafortunadamente hoy es mi cumpleaños, nada divertido para mí, pues ver todos los años lo mismo, como te cantan, te felicitan y esperan a que apagues una pequeña vela mientras deseas algo que posiblemente nunca se cumpla, es simplemente absurdo, justo ahora debería estar con mi hermano y mi madre celebrando, pero no, me encuentro caminando sin rumbo ni dirección, honestamente solo quería salir de ahí, en mi casa todo es aburrido y monótono, simplemente quería algo nuevo, pero no veo nada que hacer.

Muchos piensan que Canadá es un país donde hay mucho que hacer, y más si hablamos de una ciudad muy “bonita” como Montreal, pero haber crecido aquí lo hace muy diferente, no le veo nada de llamativo a esta ciudad, todo es lo mismo; la he recorrido de izquierda a derecha y nada me hizo verle el lado "hermoso" a Montreal, supongo que es mi punto de vista, pues mi madre dice que ella ve a esta ciudad como el paraíso y que nunca se iría de aquí, bien por ella, porque a mí me da igual.

Siendo noviembre, la época de otoño aquí se nota mucho, hace un poco de frío y es algo que amo y talvez lo único bueno de Montreal, no me imagino viviendo en Egipto o en algún lugar dónde el calor sea lo primero que sientas en las mañanas, por esa parte prefiero vivir aquí.

Después de tanta caminata elegí donde ir, recordé que hoy es viernes y ¿Qué mejor lugar para pasar una mañana que en una cafetería? Es algo que siempre hago en días helados como hoy, en una parte porque me considero fiel amante del café y otra porque a la cafetería que voy es la única que me gusta, solo porque la mejor amiga de mi hermano trabaja ahí, no es que ella me guste, al contrario, ella es como otra hermana para mí, mi hermano y ella se conocen de años y siempre que nos visitaba hablaba conmigo y una que otra vez tocábamos juntos la guitarra, mi mamá la quiere como una hija, y cada que ella va a nuestra casa siempre le prepara comida que nunca nos había hecho a nosotros, mi hermano y yo pensamos que la quiere más a ella que a sus propios hijos. Ahora no tiene tiempo para visitarnos debido a su trabajo, pero cada que podemos mi familia y yo vamos a su trabajo a pasar un rato con ella.

Finalmente abrí aquella puerta de vidrio, y en cuanto entré sonó la pequeña campana que adornaba la puerta de la cafetería, un pequeño sonido de la campana acompañado de los gritos de Miley se hacían presentes, a veces me pregunto cómo es que tiene tanta energía.

— ¡Por Dios! ¡Pero si es el increíble guitarrista Levi Tremblay! ¡Por favor! ¿Sería tan amable de darme su autógrafo?

Decía mientras corría hacia mí y me daba una servilleta que tomó de una de las mesas de la cafetería, simulando que era alguna foto mía.

— Estás loca Miley, además no tengo bolígrafo para firmarte mi foto.

Dije de broma para después tomar asiento en una de las mesas, mientras Miley reía por mi comentario.

— Tienes suerte de que no hay mucha gente, sino, no sé cómo hubiese reaccionado por tus comentarios de niña de 6 años, que vergüenza. — dije mientras Miley tomaba asiento frente a mí y reía a carcajadas.

— Pues solo tú vienes a las 8 de la mañana cuando deberías estar en la universidad, y todos los demás están trabajando y estudiando, es claro que no va a haber mucha gente, tonto.

— ¿Quieres que te traiga tu pastel? Lo acabo de terminar, no creas que me olvidé de tu cumpleaños, ya vuelvo. — se paró de la mesa y salió corriendo en busca del pastel.

En pocos minutos regresó con una pequeña caja en sus manos, fruncí mi seño cuando ví que destapó la caja y solo había un pequeño cupcake con una vela dentro de la caja, la miré con notable enojo y ella solo se dedicó a reírse más.

— Ya ya, no te molestes, ¡Me tomó 15 minutos hacerlo! ¿Está lindo no?

— Ajá sí, gracias, lo comeré en la universidad, si es que es comestible esta cosa.

Dije bromeando mientras Miley reía más, por Dios esta chica no se cansa de reír, ¿Estará loca en verdad?

— Bueno bueno, ya, ¿Por qué vas tarde a clases eh?

— Es mi cumpleaños, llegó cuando quiera. — dije mientras guardaba el pequeño regalo de Miley en mi bolso — Tampoco es como si quisiera recibir clases hoy, todo está muy aburrido.

— ¿Y por qué al salir de clases Nathan y tú no van a mi casa a pasar el rato? Además les quiero presentar a Avery. — dijo muy entusiasmada y con una gran sonrisa.

— ¿Avery?

— Si, Avery, mi hermana ¿Nathan no te dijo que ella vendría en unos días?

— No, no mencionó nada sobre ella.

Estaba confundido ¿Miley tenía una hermana? ¿Por qué nunca me habló de ella?

— Nathan estúpido. — soltó susurrando mientras tocaba su frente para tratar de tranquilizarse — ¡Le recordé mil veces para que te lo dijera! — dijo al aire con un tono de voz bastante molesto.

— Bueno, lo importante es que ya lo sé ¿No?, ¿Por qué nunca me dijiste que tenías una hermana? ¿Nathan lo sabía? — pregunté un poco triste, pues Miley nunca me había ocultado cosas.

— Nathan lo sabe desde que nos conocemos, y tú nunca preguntaste.

Ah, talvez por eso.

— Te lo iba a decir yo, pero debido a mi trabajo no pude ir a verlos estos días, así que, se lo encargué a Nathan, gran error por cierto. — bufó y rodó los ojos — mis padres pasan muy ocupados con el trabajo, casi no se encuentran en su casa y Avery, está por entrar a la universidad en segundo período, así que mis padres me pidieron que la cuidara hasta que se graduara, les dije que estaba bien, puesto que yo paso más tiempo en casa que ellos, Avery vendrá desde Sherbrooke para entrar en la misma universidad tuya, talvez se vean seguido o se hagan amigos. — me vió directamente a los ojos con una sonrisa sincera y suspiró.

— Tengo que seguir trabajando y tú ir a clases, nos vemos más tarde.

Se levantó y entró a la cocina de la cafetería, mientras yo me quedé pensando un poco.

— Avery, eh.

Musité en voz baja para después tomar mi bolso y salir de la cafetería rumbo hacía la universidad.

Cuando llegué era hora de la cuarta clase del día, mi intención era llegar justo a esa hora, pues todas las primeras clases no me agradaban y menos los profesores, y la única clase que me gustaba era matemáticas, la cual era la siguiente clase, desde pequeño he destacado mucho en las matemáticas, llendo a competencias y teniendo las notas más altas, y la universidad no es la excepción. Que no me gusten las demás clases no significa que tenga notas bajas, al contrario, siempre mantengo mis notas arriba de 90 puntos, no me considero un chico dedicado a los estudios, pero si me esfuerzo en los exámenes, ya que mi egocentrismo como estudiante no me permite tener notas abajo de los 90, suena loco, pues acabo de perder 3 clases por mi cumpleaños, pero siempre me recupero, ya veré que hacer.

Entré al salón y me senté a la par de un chico que nisiquiera conocía, llevo todo un año aquí y no conozco a nadie, nunca me interesó tener amigos en el salón, solo entro, recibo clases y me largo, hoy será lo mismo y mañana y pasado mañana, en fin, siempre es igual. Pero no hago nada para cambiarlo, me siento bien así, al menos eso creo, solo espero que el siguiente año sea un poco diferente, solo un poco.

Supongo que Miley tiene razón, no me vendría mal tener un amigo.

¿Será interesante esa tal... Avery?

¿Qué demonios se supone que éramos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora