Capítulo 11

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Levi

03 de Diciembre.

Entré al salón y me dirigí hacia dónde se encontraba Liam. Otra vez hablaba con esa chica y su amiga, me acerqué y lo saludé.

— Hola. — me senté a su lado.

— ¡Hey! ¿Todo bien?

— Sí. Mhm... — volteé donde se encontraban las chicas y después dónde Liam, obviamente pidiendo una explicación.

— Cierto, ella es Emma. — dijo, Liam.

— Hola. — me saludó y sonrió.

— Y ella Hannah, su amiga.

— Hola.

Levanté mi mano en señal de saludo.

Rápidamente se podía notar que Emma, era la extrovertida y Hannah, la introvertida de la amistad.

— Hannah, pregunta si ya tienes una respuesta. — habló, Emma.

— ¿Respuesta? — levanté una ceja y volteé donde Liam.

— Lo de conocerse. — me susurró.

— Oh, eso. La verdad, no me interesa. — traté de sonar lo más sensible posible.

Por debajo del escritorio, Liam, me pateó y yo me quejé en voz baja.

— Lo que Levi, quiso decir, es que no está interesado en una relación por ahora. — Liam, les sonrió.

— Entiendo. — dijo, Hannah — Entonces... Nos vemos. — caminó hasta su asiento.

— Nos vemos, Liam. — se despidió, Emma, con una sonrisa.

— Adiós. — le sonrió.

En cuanto las chicas se alejaron de nosotros, Liam, reemplazó su sonrisa a una expresión de enojo.

— ¡¿Qué crees que haces?!

— ¿Qué? — pregunté.

— ¡Cómo se te ocurre rechazarla así!

— ¡¿Qué más le podía decir?! Además, es la verdad, no me interesa.

— ¡Pero pudiste ser menos cruel!

— Créeme que traté de no serlo, ¿Eso sonó cruel para tí?

— Claro que sí.

— Que mal entonces. — bufé.

— De haber sabido que responderías así, yo hubiera hablado por tí. — rodé los ojos.

— No soy mudo, puedo hablar por mí mismo.

Buenos días, guarden todo lo que no sea respecto a la clase. — El profesor se hizo presente y comenzó la misma rutina de siempre.

Hoy no tocaba clase con Hudson, un milagro para mí. Pues, ahora parecía un estudiante de intercambio rondando por los pasillos cada que tocaba clase con él, ya se me estaban acabando los lugares para matar el tiempo.

——

— Iré por la comida, ¿Qué quieres que te traiga?

Entramos a la cafetería y con los ojos busqué una mesa vacía, aunque estaba muy lleno esta vez, pero pude encontrar una casi al fondo del lugar.

— Un bagel y leche estaría bien. — dije.

— Ok, busca una mesa.

— Ya lo hice. — reí bajo.

¿Qué demonios se supone que éramos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora