¿Qué voy a hacer?

244 24 2
                                    

Estaba caminando directo a casa mientras lágrimas amargas inundaban mis ojos y en mi mente rondaban todos los recuerdos de lo que pasó hace una hora.

No traía una chaqueta conmigo y ya eran aproximadamente las 5 de la mañana por lo que el ambiente era frío y oscuro, debido a eso estaba temblando de pies a cabeza y con mis brazos abrazando mi torso para "tratar de calentarme"

Aunque había pasado por una situación horrible y traumática sabía por experiencia que a mis padres no les iba a importar en lo más mínimo y lo único que harían es castigarme, como siempre lo hacen.

Es por eso que durante todos estos años me he mentalizado que debo ser fuerte y valiente para lograr avanzar hacia mis sueños, debo hacerlo para tener una vida estable, y quién sabe, tal vez formar una familia feliz.
Mientras avanzaba trataba de entretener mi mente con unas imágenes bonitas de el que podría llegar a ser mi futuro.

Tenía miedo de llegar y enfrentar a mis padres pero no tenía otro lugar al que pueda acudir, ni dinero para usar.

Seguramente esos hombres tomaron mis cosas y se las robaron por lo que tenía otro problema, como si esto no fuera ya suficiente.

Mi cuerpo dolía tanto por la violación como por la hora y media que estuve caminando, por fin logré llegar a la gran mansión que durante todos estos años fué el lugar en el que mi propia familia me golpeaba y maltrataba.

Estoy parada frente a la reja con temor y miedo de lo que me puede pasar al entrar y encontrarme con mis padres.

No tengo opción, entré, con pasos cortos y temblorosos y con mi corazón latiendo a mil por hora, pero lo hice.

Abrí, lo hice de manera lenta y silenciosa pues aún tenía una pizca de esperanza para que mis padres estén dormidos o hayan tenido un problema y no se encuentren presentes.

Pero tan pronto como entré a la sala un suspiro aliviado salió de mi.
Ellos no estaban en casa, lo supe porque el pequeño estante en el mi madre colocaba su cartera al volver del trabajo estaba vacío.

De inmediato me sentí más calmada y tranquila y sigilosamente subí directo a mi habitación. Lo único que quería era un buen baño caliente y recostarme  en cama para tratar de olvidar todo lo que sucedió.

Entré a mi habitación y comenzé a retirar suavemente mi ropa.
Oh no... todo mi cuerpo estaba lleno de moretones y huellas provocadas por el abuso.
Fué entonces que sentí un gran dolor cerca de mi cuello, mi respiración comenzó a acelerarse y un escalofrío recorrió mi cuerpo al pensar que podía estar marcada.

Pálida y con miedo tomé el pequeño espejo que se encontraba en mi tocador y lentamente lo acerqué a mi cuello mientras me temía lo peor.

No, no podía estar marcada, por favor no.

Cuando finalmente el espejo tuvo una buena visión de esa parte, mis ojos automáticamente se cerraron y en mi cabeza pasaban escenarios horribles de lo que me harían mis padres al enterarse.

Afortunadamente y gracias a todos los santos a los que les pedí por mí... no lo estaba.

Solo era una mordida profunda pero no tenía la marca de los colmillos.

No pude evitar soltar un chillido de alegría mientras realizaba pequeños saltitos de emoción.

Después de unos minutos entré a la bañera y abrí el grifo tratando de nivelar la temperatura del agua.

Inside your heart [Lumity]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora