El fin de semana es un respiro de aire fresco para Chaeyoung, recostada en su cama escuchando música y dibujando cosas al azar. Es domingo y el día de ayer terminó todos sus deberes. Ya tenía tiempo sin dedicarle tiempo a su persona.
Su madre ha ido de visita con una amiga suya, por lo que estar sola en casa también es un alivio, ha hecho toda la limpieza y no le queda nada más por hacer. Desliza el lápiz por el papel, como la luna cuando guía las olas del mar, así es como Chaeyoung guía sus trazos.
Estudiar artes plásticas siempre fue su más grande sueño y aunque estudiar la carrera es algo sumamente difícil y también costoso, está segura de que quiere vivir para pintar y plasmar su arte de diferentes maneras.
Recargada en la pared a la que está pegada su cama, tararea las canciones que suenan en su pequeña bocina. Está tan concentrada en su burbuja que no se da cuenta del cuerpo que está dibujando, absorta en los pensamientos más profundos de su mente.
Con un lápiz suave ya está haciendo las sombras de los pechos que caen como agua, y con su propio dedo difumina el grafito que impregna el papel. La puerta de la casa se abre y ella lo escucha, salta de su cama para recibir a su madre y asegurarse de que esté bien.
La libreta se queda en la cama con un dibujo del cuerpo de Mina, sin rostro.
—Hola, mami. —Chaeyoung recibe a su madre con un abrazo, desde la noche en el hospital se ha asegurado de que coma y descanse bien. —¿Cómo te fue?
—Todo bien, corazón. —Sowon despeina un poco la cabellera de Chaeyoung mientras caminan a la cocina. —¿me podrías alcanzar un vaso de agua? —Chaeyoung asiente y se lo pasa a su madre en un dos por tres.
Cuando su mamá está hidratada, van a la sala y prenden la T.V. Chaeyoung se acurruca contra ella en el sillón y deciden ver una repetición de un programa de variedades. Sowon abraza a su hija y aunque se le dificulta respirar un poco con el peso extra, no se mueve ni un poco cuando Chaeyoung cae profundamente dormida en la calidez de los brazos de su madre.
El lunes por la mañana llega y Chaeyoung abre los ojos, siente caricias en su cara y cuando logra enfocar la vista; su madre está frente a ella con los ojos rojos. —¿Mamá?
—Cariño, es hora de ir a la escuela. —Su madre le pellizca la mejilla con cariño.
—Mmmm... sí está bien. —dice con un suspiro, no quiere ir, pero tiene que. Chaeyoung observa los ojos rojos y húmedos de su madre. —¿Estás bien? —pregunta una vez se sienta correctamente en el sillón en el que se quedó dormida. —¿Dormiste aquí conmigo?
—Estoy bien, cariño. Y no, dormí en mi cuarto, tontita. Me hubieras pateado en la noche. —explica su madre, pero Chaeyoung aún tiene duda del porqué su mamá se ve tan triste.
—¡Ey! No soy tan mala durmiendo ¿okey?
—Lo eres, mocosa. Ve a prepararte.
—Sí, mamá. —reniega la coreana alargando las palabras y su madre ve con orgullo cómo su hija va a su cuarto. Sowon sabe que Chaeyoung puede vivir sin ella, demasiado disciplinada y talentosa como para necesitarla.
Sowon sabe que puede dejar de luchar e irse en paz, sabiendo que su hija estará bien.
—Ya me voy, mamá. —Chaeyoung viene bajando las escaleras y su madre le pasa un tupper con un refrigerio que preparó antes de levantar a su hija. —Gracias, ma'.
—No agradezcas hija, te amo.
—Nos vemos en un rato.
Chaeyoung sale de su casa con comida caliente en su mochila y mucha más motivación. Y también con un papel arrugado en la última página de su libreta, no quiere pensar en ella, no cuando tiene ocupaciones que atender.
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Unfair life- Michaeng
FanficCuando Dahyun le ruega a su amiga que exhiba una de sus obras en una subasta de caridad, Chayeoung no se puede negar al escuchar que una parte de la donación iría al creador de la obra vendida. Y así es como termino en un lujoso salón de eventos en...