Capítulo 11: Oscuridad

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Es oscuro.

No hay luz en ese lugar, solo está oscuro.

¿En qué momento llegó aquí? Desde que su esposo la abandonó, dió todo por Chaeyoung. Trabajó turnos dobles para poder darle de comer a su hija. Sacó incluso trozos de pan de su boca para que su Chaengie pudiera tener algo en el estómago.

Porque él no solo se llevó su corazón, él se llevó sus ahorros, su dinero. Desde ese momento, dió sangre, sudor y lágrimas por su hija.

¿Cómo es posible vivir así? ¿Es que acaso ella le dió ese ejemplo? Ella no quiere ni imaginarse todo lo que está haciendo su hija para tener regalos tan exclusivos, para que esa mujer no escuchará a una mujer vieja y enferma.

Aún con los ojos cerrados puede escuchar a Chaeyoung hablando por teléfono, piensa que sigue inconsciente pero Sowon no quiere abrir los ojos por pura molestia y decepción. Ella no quiere morir aún, pero su cuerpo está cansado.

—Sí, Mina. Aún no despierta. —Su voz se escucha preocupada, incluso quebradiza —¿Por qué no me dijiste que fue a verte? Pude haber prevenido esto.

Una pausa.

—¿Me estás echando la culpa de esto? Ponte en mi lugar —Chaeyoung suspira una vez más —. Está bien, está bien. Te mantendré informada. Te amo.

Te amo.

¿Cuándo fue la última vez que su hija le dijo esas dos palabras? Palabras que significaron todo durante muchos años.

—¿Mamá? —su hija se acerca y toma su mano. Su madre no es capaz de seguir escondiendo sus lágrimas y gira su cabeza al lado contrario al sentir el tacto de Chaeyoung, que ahora es tan lejano.

Al no ver respuesta de su mamá, Chaeyoung se apresura a traer al doctor y las enfermeras. En el proceso le explican que la recaída de su madre es más fuerte que cualquiera que ha tenido.

—Al estar tanto tiempo luchando contra la enfermedad, ha creado una clase de resistencia a quimioterapia y radioterapia. —El doctor dice mientras Chaeyoung sostiene la mano de su madre con fuerza.

Derramando lágrimas.

—Es preciso hacerles saber que si se intentan quimioterapias una vez más, su cuerpo no podrá resistir. Se esperaba poder realizar una mastectomía con el fin de acabar con el cáncer, desafortunadamente ha hecho metástasis y su cuerpo se encuentra infestado ahora.

No.

Chaeyoung comienza a temblar. —No. —se niega, mira a su madre quien está con el rostro tranquilo, asimilando lo que se viene.

—¿Cuánto tiempo? —Sowon pregunta y Chaeyoung niega con la cabeza, cubriendo sus oídos con las palmas de su mano.

Se escucha como un eco cuando el doctor dice menos de un año. Que es mejor que su madre pase sus últimos meses en la comodidad de su casa. Aún así estará internada por dos meses, para asegurar que sus pronósticos son seguros.

Cuando el doctor sale, la habitación se queda en silencio. El pitido de la máquina es molesto, un constante recordatorio que un día dejará de sonar y su madre se habrá ido para siempre.

—Chayeoung, escuchame. —Su madre la mira con los ojos cansados, antes eran de un color casi negro, muy brillantes. Ahora ese brillo es opacado por el cansancio y la preocupación.

—¿Sí?

—Te quiero pedir algo.

—Haré lo que sea.

Unfair life- MichaengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora