¿Puedo comer eso?

Capítulo 5

[Después de Tun Tun a la izquierda]

"Fue... ¿fue a propósito? ¿Pero por qué?" Preguntó Gabriel, con sus brillantes ojos ligeramente rojos e hinchados mirando a su madre en estado de shock y confusión mientras Miniel hacía lo mismo.

" Te lo dije antes, ¿no? La única manera de ayudarlo es hacer que su alma humana prevalezca sobre su mejor alma, y ​​la mejor manera de hacerlo es estimular sus emociones humanas ". La Mujer Divina explicó en voz baja, acercándose para acariciar suavemente a su hija cuando ella hizo un puchero, recordando claramente la dura prueba que tuvo que pasar hace apenas una semana. Una prueba que la hizo poner mala cara a su madre durante un par de días después de eso. " Al negarme a concederle ayuda, estimulé su Humanidad. Salió a la superficie y venció el deseo de Poder y el Hambre de los Taoties para ayudar a la Humanidad en su conjunto." Dios explicó suavemente, alejando su mano de la mano de Gabriel mientras giraba su cabeza para mirar en cierta dirección, una suave sonrisa tirando de sus labios ocultos.

"Entonces al menos podrías habernos advertido." Gabriel resopló con un puchero más grande, girando infantilmente la cabeza mientras cruzaba los brazos bajo su enorme busto, sin notar el tic en la expresión de Miniel cuando vio esos grandes orbes moverse salvajemente como olas. "Me dolió ver a Tun Tun tan enojado..." Susurró suavemente, haciendo que su madre se riera mientras le pellizcaba suavemente la mejilla.

" Es exactamente por eso que no te lo dije, mi querida hija tonta. Eres un actor muy horrible, así que Tun Tun seguramente habría notado algo". Gabriel retrocedió ante las palabras de su madre mientras Miniel simplemente se reía para sí misma de la difícil situación de su hermana. . Dios simplemente se rió de su expresión, luego movió ligeramente su muñeca, reparando la mesa que fue pulverizada por el ataque de ira de Tun Tun.

"Pero no los habrías ayudado de ninguna manera, ¿verdad?" Miniel cuestionó mientras Dios se hacía a un lado y iba a tomar asiento en el sofá, haciendo que el angelito se animara y se apresurara a tomar o preparar algunas bebidas.

" Oh no, definitivamente los ayudaría si pudiera". La respuesta de la Divina Mujer conmocionó a sus hijas, haciendo que Gabriel se congelara mientras ella tomaba asiento, para luego parpadear confundido hacia su Madre.

"¿Pero no dijiste que es peligroso que los humanos tengan magia?" Preguntó Miniel, sosteniendo una pequeña bandeja en su mano que colocó en la mesa reparada entre los dos sofás con algunos bocadillos y tazas.

" Lo hice, pero el propio Tun Tun lo dijo: 'Eso es la Humanidad'. Son criaturas maravillosamente imperfectas, pero todavía son demasiado jóvenes y todavía necesitan la guía de nosotros, los Dioses, para lograr algo". Dios tarareó, acercándose para tomar una pequeña galleta de la bandeja. " Pero al permitir que la muchacha Merlín cree y perfeccione un sistema mágico exclusivo para humanos, esa conexión entre dioses y humanos finalmente se romperá ". Una vez que se pronunció la última palabra, la galleta se partió perfectamente por la mitad. " Orar se convertirá rápidamente en una cuestión de pura Fe. Los humanos no necesitarán que los Dioses los señalen en una dirección determinada, y finalmente podrán comenzar a crecer y brillar como deben hacerlo. Y luego, a muchas personas les gustan esas Leyendas del pasado aparecerán. Humanos que pasarán a la Historia sólo porque derramaron hasta la última gota de su sangre para seguir su Sueño, o para lograr algo increíble. Esos son los Humanos Perfectos, no los que tienen que orar y rogarnos a los Dioses que llueva, por comida, por poder, por un nuevo día. " A pesar de que su figura estaba oculta por la luz cegadora, tanto Gabriel como Miniel se congelaron al saber que la mirada de su Madre se posó en ellos. " Los Humanos Perfectos son aquellos que no necesitan de Dioses." Tanto Gabriel como Miniel tragaron saliva, dándose cuenta ligeramente de las implicaciones de esas palabras.