Hyungwon no estaba de buen humor cuando llegó a recoger a Hyerim, y su tardanza no mejoró su estado de ánimo, tampoco.
–Lo siento tanto– , Hyerim dijo cuando él la llamó. –Pero realmente necesito ocuparme de esta tarea hoy. El profesor Son me reprobará si no lo hago. Me tomará media hora como máximo. ¿Me esperas?
–Bien.
Colgó, puso su teléfono celular en el bolsillo y se apoyó en la pared, preparado para una larga espera.
Miró a los estudiantes dando vueltas. Con los finales cerca, casi todos se veían estresados.
Pero no todo el mundo estaba estresado.
La mirada de Hyungwon fija en el estudiante que parecía tan despreocupado como siempre, sonriendo y riendo mientras hablaba con los demás.
Minhyuk.
Hyungwon sintió a su cuerpo tensarse, sin ningún motivo en absoluto.
Aspiró profundamente y se relajó, con los ojos todavía sobre Minhyuk.
Después de unos minutos de observación, Hyungwon llegó a la conclusión de que el tipo era un ligón descarado. La forma en que sonreía a la gente era... indecente. Para ser justos, Minhyuk no estaba haciendo nada particularmente escandaloso - él sólo sonreía y miraba a la gente a los ojos - sin embargo, era suficiente para que otros estudiantes se le quedaran viéndolo y babearan, y trataran de tocarlo. Era imposible que el tipo no fuera consciente del efecto que tenía en la gente, por lo que significaba que estaba haciéndolo a propósito.
Los labios de Hyungwon se retorcieron. Él no podía soportar a los coqueteadores; tenía tolerancia cero para ellos. La mayoría de ellos no conocían el significado de la palabra lealtad. Ellos amaban ser admirados y deseados; una persona nunca era suficiente para ellos. Eran todo lo que él despreciaba.
Sus ojos siguieron a Minhyuk mientras el hombre se movía de un grupo de estudiantes a otro. Vio como Minhyuk ponía una mano en el hombro de un tipo y se reía. Los ojos del otro tipo prácticamente vidriosos por la lujuria mientras miraba los labios de Minhyuk.
Hyungwon vio como Minhyuk se apartó del hombre y pasó un brazo por la cintura de una bonita chica. La chica puso una mano en el pecho de Minhyuk y lo acarició.
Desagradable.
Minhyuk dio un paso atrás, hizo un guiño a la chica, le dio un beso en la mejilla y se volteó
Su sonrisa se congeló en sus labios cuando vio a Hyungwon.
Después de un momento, Minhyuk murmuró algo sin siquiera mirar a los estudiantes a su alrededor y se dirigió hacia Hyungwon.
–¿Ya te aburriste de romper corazones?– dijo Hyungwon. Las palabras salieron más agudas de lo que había previsto.
–¿Huh?– dijo Minhyuk, deteniéndose muy cerca de él, de nuevo. El tipo tampoco tenía el menor concepto de espacio personal, o prefería fingir que no lo tenía.
–Sabes lo que quiero decir,– Hyungwon dijo, mirando al tipo y la chica que seguían mirando soñadoramente a Minhyuk.
Minhyuk miró hacia atrás y se rió entre dientes.
–¿Rompiendo corazones? ¿Hablas en serio? Yo solo estaba hablando con ellos.
–Por supuesto que lo hacías,– dijo Hyungwon.
Minhyuk se apoyó contra la pared al lado de él, con la cabeza inclinada mientras estudiaba a Hyungwon.
–¿Estabas mirándome?– Murmuró, con el asomo de una sonrisa, sus dedos jugando con la manga de la chaqueta de Hyungwon.
–Yo estaba esperando a Hyerim.
–Eso no es lo que pregunté–. Los dedos de Minhyuk viajaron por su brazo a la muñeca de Hyungwon. –¿Estabas mirándome?– murmuró de nuevo, sus dedos deslizándose bajo la manga y acariciando la piel de Hyungwon.
–Yo estaba aburrido,– Hyungwon dijo, sin mirarlo, su cuerpo rígido por la tensión. ¿Qué había en este tipo que conseguía ponerlo tan nervioso?
–Y no había nadie más para ver, ¿cierto?– el pulgar de Minhyuk acarició su muñeca con suavidad.
Hyungwon fijó su mirada en la chica que estaba en su línea de visión directa.
—Tú eras la única cara conocida.
Minhyuk se rió con suavidad.
–Eres tan escalofriante– sus dedos continuaron a la carrera en la piel de Hyungwon.
–Tú eres el que está tratando de espantarme,– dijo Hyungwon, sin dejar de mirar a la chica. –¿Es esto una especie de gallina gay? No me asusto tan fácilmente.
–Estabas bastante asustado ayer después de besarme.
–No estaba asustado. No te bese. No sabía que eras tú. Fue solo un tonto error.
–Hmm... Okay.– Minhyuk tomó su mano entre las suyas. –¿Estás asustado ahora?
Hyungwon se quedó inmóvil. La mano en la suya era un poco más pequeña que la propia, pero mucho más grande que la de Hyerim e inequívocamente masculina.
–¿A qué estás jugando?– Hyungwon espetó. Él no quitó su mano. Él estaría condenado si dejaba que este chico creyera que podía ser tan fácilmente incomodado.
