El club estaba lleno de sombras y luces intermitentes. El aire olía a
químicos, bebidas y sudor. La gente se amontonaba en la pista de baile, indistinguibles, no identificables. De vez en cuando uno o dos fueron elegidos por un reflector al azar, dándoles su momento de fama, y luego absorbidos nuevamente por la masa palpitante.Este no era el escenario de Hyungwon. Con cada minuto que pasaba se arrepentía de haber dejado a Hyerim convencerlo. Pero ella había estado cansada y estresada de todo el estudio y quería apartar su mente de los próximos exámenes, y él había cedido.
El bar al menos tenía Soju, lo que era un alivio, y Hyungwon bebió hasta que la mitad de ella había desaparecido. Era tan ruidoso allí
dentro, y las luces estaban a la vez bajas y palpitantes, lo que le hacía doler la cabeza.–Vamos, no seas un asesino de estados de ánimo,– Hyerim le gritó al oído. –¡Vamos a bailar!
–Sabes que odio bailar.
–¡Pero todo el mundo está bailando! ¡Vamos! ¡Quiero bailar!
–Entonces ve a bailar,– dijo Hyungwon y tomó un sorbo de su bebida.
–¿En serio?– Hyerim se puso las manos en las caderas. –¿Dejarás que otros tipos bailen conmigo? ¿No te importa?
–Confío en ti,– Hyungwon dijo inexpresivamente.
–En serio, ¿qué te pasa? Has estado tan malhumorado los últimos días. ¡Yo soy la estresada por los finales, no tú!
Hyungwon tomó un sorbo de la botella.
–No he estado malhumorado.– Él cómo que lo estuvo, tal vez, aunque no pudiera precisar el motivo. Podía sentir esta extraña especie de frustración creciendo en él, pero no sabía que era lo que le molestaba. Todo estaba bien. El negocio funcionaba como una máquina bien aceitada. Su relación con Hyerim no podría ser mejor. No había nada por lo que sentirse frustrado. –Ve a bailar,– dijo Hyungwon. –Ve a divertirte– Se interrumpió cuando un reflector atrapó a dos chicos bailando juntos.
Hyerim siguió su mirada.
–Oh, mira quién está aquí! Min no perdió mucho tiempo después de abandonarnos. ¡Él tiene buen gusto! Es muy atractivo.
Hyungwon se quedó mirando las grandes manos en las caderas de
Minhyuk mientras Minhyuk se movía, moliéndose contra el otro tipo, su cabeza en el hombro del hombre, con los ojos cerrados y los labios entreabiertos. El chico lo miraba con hambre, con las manos moviéndose para deslizarse debajo de la camiseta de Minhyuk.Hyungwon bajó su bebida.
–Vamos a decir hola.
–¡No puedes estar hablando en serio!– Dijo Hyerim. –Minhyuk no estará feliz. ¡Estoy segura de que no quieren ser interrumpidos!
–Vamos,– Dijo Hyungwon, capturando la muñeca de Hyerim y prácticamente arrastrándola hacia la pareja.
–¡Hyungwon!
Hizo caso omiso de sus protestas, abriéndose paso entre la multitud.
Cuando llegaron a su destino, Hyungwon agarró el brazo de Minhyuk sólo para llamar su atención, por supuesto.
Los ojos de Minhyuk se abrieron y parpadeó aturdido unas cuantas
veces antes de que su mirada se centrara en Hyungwon. Entonces una sonrisa lenta y radiante iluminó su rostro. Sus labios formaron una palabra, pero la música era demasiado fuerte para que Hyungwon pudiera escucharla.Minhyuk se alejó de su pareja de baile y prácticamente cayó contra Hyungwon.
–¡Hey!– Gritó alegremente.