Teach me ❁ HyunIn

♡ : CAPÍTULO I

Hyunjin frunció el ceño al ver como su mejor amigo era aprisionado contra los casilleros siendo besado brutalmente por uno de sus acosadores calenturientos. A Hyunjin no le molestaba que Jeongin se besuqueara con chicos o que tuviera sexo con ellos, por supuesto que no. Lo que le molestaba era con quienes lo hacía, por ejemplo, ese chico con el que está ahora no se ve bien ante los ojos de Hyunjin. No era apto para estar con su amigo y se lo haría saber.

Hyunjin caminó hasta ellos y carraspeó un poco su garganta, pero ni se inmutaron aun seguían comiéndose las bocas, asqueando un poco a Hyunjin, estaban en medio del pasillo ¿no temían que algún profesor los viera?

El pelinegro negó y vio como el tipo ese bajaba sus manos al trasero de su amigo.

Oh no, no frente a sus ojos.

—Siento interrumpirlos, pero tengo que llevarme a mi Innie. —Dijo tirando del brazo de Jeongin. Este se separó del beso jadeante y miro a Hyunjin con el ceño fruncido.

—Pero—

Hyunjin lo interrumpió tirando más de él alejándolo del chico calenturiento.

—Innie ¿lo olvidaste? tenemos que entregar el trabajo de química.

Jeongin hizo una mueca confusa antes de despedirse con una sonrisa coqueta del chico quien lo miraba igual.

—No tenemos ningún trabajo de química, ya suéltame. —Dijo el rubio apartando su brazo de las manos de Hyunjin— ¿Qué te pasa? ¿No viste que estaba ocupado?

—Ocupado. —Hyunjin bufó— ¿Besándote con ese tonto hormonal?

El rubio sonrió ladino y se acercó al rostro de Hyunjin.

—Todos alguna vez hemos estado hormonales, ¿o es qué tú no?

Hyunjin se ruborizó haciendo que Jeongin se alejara riendo.

—A veces olvido que eres virgen, ¿quién es virgen a los veinte? —Bromeó golpeando levemente el hombro de Hyunjin.

—No todos somos como tú Innie. —Devolvió Hyunjin aun ruborizado.

—Nadie es como yo, lo sabes muy bien. —Dijo Jeongin agitando su cabello.

Hyunjin sonrió desordenando los cabellos de su amigo ganándose una queja de él, odiaba cuando jugaban con su cabello bien peinando.

—Adiós Innie, nos vemos luego. —Se despidió Hyunjin besando la mejilla esponjosa de Jeongin.

Jeongin solo agitó su mano y vio como Hyunjin se alejaba de él.

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Hyunjin se detuvo en seco, ¿qué estaba haciendo?

El chico seguía besando su cuello y se veía dispuesto a continuar. Los nervios atacaron a Hyunjin. No tenía idea de que hacer, estaba en blanco.

—Lo siento, pero recordé que tengo algo muy importante que hacer.

Se separó tomando sus cosas y arregló su ropa para salir de la casa del chico que le ha robado el aliento por meses, sintiéndose como un completo estúpido.

—¡Hwang Hyunjin! ¡No te puedes ir así! —Escuchó sus gritos, pero eso no lo detuvo.

Siguió moviendo sus pies sin saber a dónde iba, solo caminó y caminó hasta que se topó con la gran puerta mármol con la que estaba tan familiarizado.

Tocó un par de veces hasta que una cabellera rubia se asomó por la puerta, no lo pensó ni un segundo antes de abrazarlo con fuerza.

—¿Que pasó Hyunjinnie? —Preguntó Jeongin acariciando el cabello de Hyunjin.

Hyunjin no respondió solo se apegó más al cuerpo del rubio.

—Hyunjinnie. —Canturreó Jeongin en el oído de Hyunjin— ¿Quieres decirme que pasa?

El pelinegro tomó su muñeca caminando rápidamente a la habitación del rubio.

—Sé que nos conocemos de toda la vida, pero al menos podrías explicarte. —Habló Jeongin al ver como Hyunjin cerraba la puerta y se tumbaba en su cama— ¿Hyunjin?

El mencionado levantó su rostro mirando a su mejor amigo quien se veía muy confundido por su actitud.

—Necesito tu ayuda. —Musitó haciendo que el menor sonriera con arrogancia.

¿Desde cuándo Hyunjin le pedía ayuda? Hyunjin era el inteligente de los dos o al menos eso siempre decía. Siempre era él quien sacaba de los problemas a Jeongin no al revés.

—¿Qué pasa bebé? —Hyunjin gruñó por el apodo a lo que Jeongin rio— ¿En qué puedo ayudarte querido?

Hyunjin estaba sumamente avergonzado. Nunca pensó llegar a pedirle este tipo de cosas a Jeongin.

—Y-yo necesito que... pues que tú, uh... Jeonginnie yo no sé... —Tartamudeaba nervioso. Jeongin lo miraba pensando que se veía tierno todo sonrojado y nervioso.

—Sin miedo, prometo no reírme. —Hyunjin lo miró como si supiera que mentía. Porque en verdad lo hacía. Jeongin resopló— Lo prometo Hyunjin, por la persona que más amo, ósea Jimin.

Hyunjin frunció sus labios y asintió. No estaba mintiendo, su mejor amigo estaba completamente loco por Jimin.

—Nunca he tenido sexo con nadie. —Confesó bajando su mirada— Yo solo no puedo, me pongo muy nervioso y tengo miedo de no hacerlo bien.

Jeongin le dedicó una sonrisa tierna y acarició su hombro. Hyunjin lo miró su rostro estaba completamente rojo.

—¿Quieres que te enseñe a tener sexo?

Si le preguntaban a Hyunjin quien era la persona con la vida sexual más activa, su respuesta definitivamente seria Jeongin.

Su mejor amigo había perdido su virginidad a los dieciséis, desde ese momento no había nadie quien lo detuviera, teniendo a todo el que quisiera a sus pies. Él era muy bueno coqueteando, tenía un encanto natural capaz de enamorar a cualquiera, hasta a Hyunjin, pero este lo conocía demasiado bien como para caer en sus dulces palabras y ojos seductores.

—Por favor, solo quiero hacerlo bien.

Jeongin mordió su labio inferior y delineó el labio de Hyunjin con su pulgar.

—¿Y puedo saber quién es la afortunada o debería decir afortunado? —Preguntó moviendo sus cejas sugestivamente.

Hyunjin rio.

—No puedo decírtelo por ahora.

Jeongin se quejó, ellos no tenían secretos entre ellos, pero aun así entendió. Luego se lo diría, más le valía.

—Bien, podemos comenzar.