♡ : CAPÍTULO XII

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—Innie. —Dijo llamando la atención del rubio que lloraba a su lado, pero este solo apartó su mano y se hizo bolita en su asiento. Hyunjin estaba preocupado por él, algo le pasaba, lo conocía demasiado bien.

El mayor solo suspiró y condujo hasta la casa del menor, estacionó su auto y tomó a Jeongin en brazos quien estaba a punto de quedarse dormido, pareciendo un pequeño bebé.

Al estar frente a su puerta tocó el timbre y fue recibido por Jungwon que al ver el estado en el que se encontraba su hermano borró su sonrisa y rápidamente ayudó a Hyunjin a llevarlo a su habitación.

—¿Qué ocurrió? hyung, se ve muy mal. —Dijo el menor acomodando los rebeldes cabellos de su hermano que caían por su frente.

—No es nada grave, solo tomó de más.

Jungwon frunció el ceño.

—Jeongin hyung no es de embriagarse, además él tiene suficiente control cuando se trata del alcohol. —Hablaba el menor haciendo que Hwang se pusiera a pensar.

El alto suspiró y miró a Hyunjin.

—Hyung ¿no le molesta quedarse un rato a acompañarlo?

Hyunjin estaba a punto de rechazar la propuesta del menor, claro que se preocupaba por Jeongin, pero prefería dejarlo solo y acomodar sus ideas antes de hablar seriamente con él. Además, no era muy bueno lidiando con borrachos.

—Por favor. —Pidió el menor haciendo ojitos, había notado como Hyunjin se había tensado— Por favor~ Taro y yo saldremos hoy y me tomó casi una semana convencerlo de que solo saliéramos nosotros dos sin nadie más.

Hyunjin lo miró pensativo, el menor le resultaba demasiado tierno.

—Es nuestra primera cita como novios. —Terminó de decir sonrojándose en el acto.

El pelinegro sonrió y desordenó los cabellos del alto ganándose una queja de su parte.

—Bien, me quedaré con Innie. —Dijo para después cambiar su semblante a una seria— Y tú jovencito más vale no llegar tarde, ¿ok?

Jungwon rio antes de abrazar fugazmente a Hyunjin y correr hacia la puerta principal.

—¡Prometo llegar temprano! —Gritó mientras bajaba por las escaleras.

Hyunjin salió de la habitación de Jeongin mirándolo por ultima antes de dirigirse a la cocina.

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—H-Hyunjinnie... —Jeongin apareció por la cocina con una manta alrededor de sus hombros, sus ojos seguían cerrados y se tambaleaba cada que caminaba.

Si fueran otras circunstancias, Hyunjin estaría riéndose por la forma en la que se comportaba su amigo estando ebrio, pero ahora el pelinegro solo estaba preocupado por él y lo único que quería era ayudarlo.

—Innie, vuelve a tú habitación. —Le dijo dulcemente acariciando sus cabellos desordenados.

El rubio negó con un pucherito en sus labios.

—No quiero, quiero estar con Hyunjinnie. —dijo para luego aferrarse al cuerpo de Hyunjin.

Hyunjin sintió como su camisa se humedecía por las lágrimas del menor y no tardó en actuar.

—Bebé ¿Qué te pasa? —Preguntó alejándolo un poco de su cuerpo para poder mirar mejor su rostro.

Jeongin solo lo miró sin responder y en un intento de regresar a su habitación sus piernas fallaron provocando que cayera fuertemente al piso.

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