El día en el que Alec volvía a Estados Unidos había llegado y Magnus era un manojo de nervios. Había pasado toda la semana sintiendo una ansiedad insoportable, no sabía si Alec regresaba para poner fin a su relación de años o, si de alguna manera, estaban destinados a tener una segunda oportunidad.
El sol brillaba en el horizonte mientras Magnus esperaba en el aeropuerto. Cada minuto que pasaba se sentía como una eternidad. Sus pensamientos se debatían entre la esperanza y el temor. Habían compartido tantos momentos juntos, habían superado desafíos y celebrado triunfos. Pero algo se había quebrado y 3 largos años habían pasado.
Finalmente, vio a Alec cruzar la puerta de llegadas internacionales. Su corazón dio un vuelco y su estómago se llenó de mariposas. Alec lucía tan familiar y al mismo tiempo tan distante. El encuentro iba a definir su futuro y eso lo llenaba de emoción y aprehensión.
Mientras Alec se acercaba, Magnus se recordó a sí mismo que tenía que ser honesto, que debía enfrentar lo que fuera que estuviera destinado a suceder. A pesar de la ansiedad que lo había atormentado durante toda la semana, estaba decidido a afrontar lo que viniera con valentía y sinceridad.
-Viniste -Alec le sonrió a Magnus lo cual casi le quitó un peso de encima- te dije que no hacía falta, podía tomar un taxi
-Oh lo siento, lo olvidé por completo.
-Te vez estresado y agotado
-He tenido una semana difícil, siento verme tan terrible -rio
-Nooo que dices, te ves maravilloso como siempre pero te conozco y noto cuando estás cansado
Magnus le sonrió y le extendió la mano como pidiendo algo
-¿Te ayudo con el equipaje?
-No te preocupes, estoy bien
-...Ok, vamos entonces
El auto de Magnus avanzaba por la carretera, con Alec a su lado. La tensión inicial que había colmado el interior del vehículo comenzaba a disiparse lentamente. Las palabras, que al principio habían sido escasas y cautelosas, ahora fluyen con más naturalidad.
Magnus se concentraba en la carretera, pero de reojo observaba a Alec. Notó cómo Alec miraba por la ventana, apreciando los paisajes que se desplegaba ante ellos. Parecía tan sereno y apacible en ese momento, como si la distancia y el tiempo no hubieran afectado su conexión.
Alec finalmente rompió el silencio.
-La ciudad no ha cambiado tanto -comentó y Magnus asintió. Era un gesto sencillo, pero expresaba su acuerdo con una sonrisa tranquila.
Mientras avanzaban, compartieron recuerdos de su última vez juntos en esa ciudad. Rieron por las anécdotas compartidas y recordaron momentos especiales que habían vivido. A medida que se sumergían en la conversación, la tensión entre ellos parecía desvanecerse por completo.
Al llegar a la casa de Magnus, el ambiente era más relajado que en el aeropuerto. Magnus detuvo el auto y apagó el motor. Se quedaron sentados en silencio por un momento, como si necesitaran procesar todo lo que había sucedido y todo lo que aún estaba por venir.
Magnus dejó escapar el aire contenido antes de hablar
-Hice que prepararan el cuarto de invitado para ti
-Muchas gracias -sonrió Alec
Magnus le devolvió la sonrisa y bajó del auto siendo seguido por Alec luego de haber bajado el equipaje hasta la entrada de la residencia donde los guardias de seguridad y las criadas lo recibieron cálidamente.
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Fuck destiny
Romance¿Creen en el destino? ... Yo no, al menos no del modo convencional. Soy un Alpha y bajo los estatutos de nuestra sociedad, estoy destinado a la grandeza, estoy en la cima de la sociedad y destinado a casarme con un omega con el cual tendré hijos que...